La relación entre Belén Esteban y Jesulín es prácticamente inexistente. Ni la intermediación de Andrea Janeiro ni el paso del tiempo han conseguido curar las heridas de esta relación tan mediática.
Ella, pese a que trató de acercarse a su padre en muchas ocasiones, tampoco lo ha conseguido del todo. No pierde la esperanza. Confía en que la llegada del nuevo hermano le vuelva a abrir las puertas de la casa del torero.
Andrea tiene guardada en la memoria una instantánea que no consigue olvidar y que le emociona mucha. Se trata de una fotografía de su bautizo, en la que aparecen Belén Esteban y Jesulín. Es uno de los pocos recuerdos que tiene de sus padres juntos.
La chica vino el mundo el 20 de julio de 1999 y al poco tiempo sus progenitores optaron por separarse, por tomar caminos diferentes. Su relación se había alargado durante cinco años, atravesando por momentos de crisis.
A partir de ahí, la de Paracuellos se labró una carrera en la televisión tratando de defender los intereses de su hija. Veinte años después continúa haciéndolo, aunque con mayores restricciones. Su hija le ha impuesto una serie de condiciones que incluyen la prohibición de hablar de su padre o de ella.
En cualquier caso, cuando la situación lo exige, Belén no duda en saltarse las normas. Hace unas semanas se conocía que la otra hija de Jesús, Julia, se había hecho unos cuantos retoques estéticos. Como era de esperar, la factura corrió a cuenta del torero.
Algo que indignó mucho a la colaboradora de Sálvame. Tampoco vio con buenos ojos que el padre de Andrea Janeiro viajara a Nueva York para ultimar detalles del piso de su hijo pequeño.
Denunciaba de manera pública la discriminación que sufría su hija. Se había desatendido por completo de los gastos que implicaban los estudios de Andreíta en Birmingham. Al parecer, Jesulín nunca mostró intención de abonar su parte.
De hecho, había propuesto que estudiara en una universidad española, ya que aquí las había de gran prestigio. Sin embargo, la joven tenía claro que debía marcharse al extranjero, sobre todo para perfeccionar el inglés y alejarse del foco mediático. En otro país pasaría más inadvertida y podría ser una chica más.
La hija de la colaboradora más mediática de la televisión tuvo siempre muy claro que no tenía intención de seguir los pasos de sus padres. No hablaría en los medios ni concedería nunca una exclusiva. De ahí que remitiera a la prensa un comunicado nada más cumplir la mayoría de edad.
Ante la presión mediática soportada, se vio en la obligación de pedir a los medios que pusieran fin a esa situación. Entendía que había una "vulneración de mis derechos al honor, la intimidad y a la propia imagen".
Andrea entendía que Belén y Jesulín son personajes famosos
Andrea Janeiro era consciente de que Belén Esteban y Jesulín son "personajes públicos", pero "por mi parte nunca he participado en esa exposición mediática". Admitía que era "coherente y consecuente con mi voluntad de permanecer ajena a los focos". Su propósito era "preservar mi intimidad en la medida de lo posible pese a mis específicas circunstancias familiares".
Aquello marcó un antes y un después en la vida de sus padres. La 'princesa del pueblo' veía restringido sus temas de conversación en televisión. Le habían rogado que dejara de hablar del que fuera su gran amor.
Por su parte, para Jesulín aquello significó un gran alivio. Veía frenado los ataques de Belén Esteban gracias a Andrea. A partir de ahí, ya no volvería a referirse a él, salvo en contadas ocasiones.