La llegada de Letizia a Zarzuela no fue un camino de rosas. La actual reina se encontró con muchas dificultades. Un extrabajador de la Casa Real desvela ahora las tensiones que tuvieron que soportar ella y Felipe en los últimos años.
Un podcast de Álvaro de Cozar y Toni Garrido se centra de lleno en la vida de los reyes. Un relato muy interesante que cuenta con el testimonio de personas muy cercanas a ellos. Hasta la fecha habían guardado silencio, pero ahora sus declaraciones cobran una especial relevancia.
Letizia y su marido tuvieron que soportar situaciones un tanto tensas con los eméritos. Querían implantar nuevos métodos en Zarzuela que no eran bien vistos por Juan Carlos y Sofía.
Entre otras cosas se habían propuesto renovar la institución y adaptar a los empleados a los nuevos tiempos. El que fuera trabajador de la Casa Real habla de los recelos que había hacia la reina consorte. También del evidente distanciamiento entre las dos familias.
Había la sensación de que los eméritos les ponían "palos en las ruedas", que en realidad estaban poniendo en peligro a la institución. Con el tiempo, los actuales reyes vieron como sus ideas de renovación chocaban de lleno con las actuaciones de los monarcas salientes.
Por un lado, empezaban a surgir los negocios paralelos de Juan Carlos y su relación con Corinna. En aquel momento, los todavía príncipes entendían que no era un referente en el que fijarse. Tampoco veían con buenos ojos algunas posturas de Sofía.
Realizó unas declaraciones sobre el matrimonio homosexual que chocaba de lleno con los aires de renovación que buscaban Letizia y Felipe. Hubo mucha tensión entre las dos partes.
El actual rey vio peligrar el trono en algún momento. "No llegaremos, mi padre nos va a dejar sin reinar", aseguró en alguna ocasión. Fueron periodos de mucha ansiedad, que se tradujeron en evidentes distanciamientos.
Uno de los participantes en este podcast desvela que "preguntaban siempre lo que había dicho uno u otro. Tenían miedo de lo que se pudiera saber".
Llegado el momento, los eméritos se sintieron desplazados. Incluso por parte de los propios trabajadores de Zarzuela. En un movimiento de "supervivencia", trataron de acercarse más hacia el heredero y su esposa. Eran conocedores de que más pronto que tarde acabarían asumiendo el mando de la institución.
Eso llevó a los empleados a tratar con menos entusiasmo a Juan Carlos y Sofía, algo que no entendían ellos. Al final, se trataba de "futurear" para ganar posiciones, asegura este exempleado de palacio.
Letizia y Felipe, unidos contra los eméritos
Letizia y Felipe estuvieron más juntos que nunca en esa etapa. Estaban inmersos en una batalla en la que debían imponerse por el bien de la Corona. Pero la asturiana tuvo que soportar también otro agravio más.
En el entorno de la familia real había mucha desconfianza hacia ella. Tanto por sus orígenes, como por su pasado como periodista.
Siempre tuvieron la sospecha de que filtraba detalles a sus compañeros de profesión. Algo que nunca pudieron demostrar.
Todo ello llevó a los actuales reyes a tomar una decisión drástica. Se propusieron acabar de una vez por todas con aquello que estaba dañando a la Corona. Y trataron, en la medida de lo posible, alejarse de aquellos miembros de la familia más incómodos.
A Letizia no le tembló el pulso para plantarle cara a sus suegros en más de una ocasión. Tenía claro que debían apartarse de figuras como Juan Carlos y Sofía, y renovar a la institución de una vez por todas.
Ellos eran el presente y el futuro, y así se lo hicieron saber a los eméritos, que nunca encajaron bien estos cambios.