Alba Santana quiso despedirse de su padre. Pese a que la relación entre ellos era inexistente desde hace tiempo, no dudó en acompañarlo en el velatorio. Viajó desde Ámsterdam hasta Madrid para darle el último adiós.
Está ante su año más complicado. Hace apenas seis meses perdía también a su madre, Mila Ximénez, a consecuencia de un cáncer. Aquel episodio lo vivió de una manera mucho más convulsa.
Alba fue el gran apoyo de la periodista durante el año que se alargó la enfermedad. No dudó en acompañarla en los últimos días de vida, algo que no ha podido con Manolo Santana. Había mucho distanciamiento entre padre e hija, provocado sobre todo por la actual pareja del deportista, Claudia Rodríguez.
En cualquier caso, ella no ha querido perder la oportunidad de despedirse físicamente de él. Nada más aterrizar en el aeropuerto se desplazó hasta la Caja Mágica, donde se encontraba la capilla ardiente.
El féretro se encontraba en la pista que lleva su nombre, donde muchas personas pudieron despedirse del tenista. Entre ellos, el rey Felipe o numerosos deportistas y políticos de este país.
En todo momento se pudo ver a la hija de Mila junto a él. No quería separarse de su lado. Eran las últimas horas juntos.
Al menos así lo confirmó Alba Santana. Está previsto que a lo largo de este martes sus restos mortales sean trasladados al cementerio de La Almudena. Allí se realizará la incineración, donde no tiene previsto estar.
Y es que quiere evitar regresar al sitio en el que despidió a su madre por última vez. Tiene muy reciente su pérdida, y sabe que no está preparada para soportar ese mal trago.
Eso implicaría revivir unos momentos de mucho dolor, así que no estará en el último adíos a su padre acompañando al resto de familia.
Las últimas horas tampoco han sido nada sencillas para ella. Se mostró totalmente abatida, consciente de que perdía a las dos figuras paternas. Pese a que no tenían trato desde hace años, admitía a su llegada que estaba "muy mal y es muy difícil".
Alba Santana trataba de asimilar todo lo que había sucedido
El deterioro de Manolo había ido en aumento en los últimos tiempos. No obstante, no entendía este triste final. "No me lo puedo creer, adoraba a mi padre", señalaba Alba Santana, tratando de asimilar la situación.
Confesaba que "lo quería muchísimo", y que "lo mínimo que podía hacer era venir a despedirme de él en persona". Su intención es pasar el menor tiempo posible en Madrid, ya que tiene previsto regresar a Ámsterdam este mismo martes.
El distanciamiento entre padre e hija era evidente. Pese a que Santana llegó a ser su padrino de boda en 2006, hubo algo que trastocó esa relación. Algunos medios señalan a Claudia, la última pareja que tuvo la leyenda del tenis español.
La escisión fue en aumento, agravada también por la influencia de Mila Ximénez, que nunca tuvo palabras agradables hacia él. Todo eso repercutió en la relación.
Sin embargo, de la boca de Alba Santana nunca ha salido una mala palabra hacia su padre. Hace unos días Kiko Matamoros desvelaba una conversación privada que mantuvo con ella hace algo más de una semana.
Sin saber que estaría tan próximo el final de Manolo, explicó que sentía mucha admiración hacia él. No tenía nada que reprocharle, contaba el colaborador. Y así pudo quedar patente durante las últimas horas, donde se la pudo ver muy afectada por la muerte de su padre.