La familia de Manolo Santana ha recibido muchas muestras de cariño durante las últimas horas. Fueron cientos de personas las que se acercaron hasta la capilla ardiente de Marbella durante el fin de semana. Entre ellos, algunos rostros muy conocidos del deporte nacional.
Como era de esperar, allí también estaban algunos de sus hijos, donde la gran ausente fue Alba. A lo largo de este lunes está previsto que vuele a España para despedir a su padre.
De todos los presentes en el velatorio de Santana, los que más expectación generaron entre la prensa fueron dos de sus hijos. Nos referimos a Bárbara y Borja, dos personajes totalmente desconocidos para los medios, a los que nadie conseguía ponerles cara.
Ella es fruto de la relación que mantuvo el tenista con una auxiliar de vuelo que lleva el mismo nombre que la chica. Por su parte, Borja es su tercer hijo, y nació del matrimonio de Santana con su primera esposa.
Pese a ser de madres distintas, los dos han coincidido en llevar unas vidas muy discretas, alejadas del foco mediático. Entendían que toda la fama debía recaer en su padre, ganador de los principales torneos de tenis. Entre sus logros, no hay que olvidar, que se encuentran dos Roland Garros, un Wimbledon y un US Open.
Unos títulos al alcance de unos pocos, y que convirtieron al madrileño en una leyenda del deporte nacional. Así se lo hicieron llegar a la familia las múltiples personas que acudieron al velatorio a despedirse de él.
Bárbara tuvo el detalle de hablar con los medios, aclarando que estaría en el homenaje que se le haría a Manolo Santana en Madrid. Señaló que era la primera vez que hablaba ante la prensa, pero no tiene previsto seguir interviniendo más. Quiso dejarlo bien claro.
Su intención es seguir siendo un personaje anónimo. Algo similar ocurre con Borja, que en su caso prefirió no realizar declaraciones. Solicitó que se respetara su silencio en estos momentos de tanto dolor y tristeza.
El afamado tenista madrileño contrajo matrimonio en cinco ocasiones. La primera vez que pasó por el altar fue en 1962 con María Fernanda Dopeso. La relación se prolongaría hasta 1980, y con ella tuvo tres hijos: Manuel, Beatriz y Borja.
Manolo Santana, siempre ligado a las mujeres durante su vida
La segunda mujer que pasó por la vida de Manolo Santana fue la conocida periodista Mila Ximénez. Fue una historia de amor muy corta, que se alargó de 1983 a 1986, pero que definieron como intensa. En común tuvieron a su hija Alba, que es, sin lugar a dudas, la más conocida de todas.
La exposición televisiva de la madre la convirtió en un personaje de la prensa rosa sin pretenderlo en ningún instante. Desde hace un tiempo reside en Ámsterdam con su marido y sus hijos.
La tercera esposa fue la madre de Bárbara, que daría paso a la modelo sueca Otti Glanzielus. Con ella estuvo 18 años, desde 1990 hasta 2008. Es también una de las más conocidas por el público después de tanto tiempo juntos.
La última en llegar a su vida fue la colombiana Claudia Rodríguez, con la que ha convivido los últimos años. Ella fue su confidente, su compañera y su gestora. Se encargaba de llevar sus negocios desde hacía tiempo.
Algunos medios aseguran que Claudia fue la responsable de que Manolo Santana se distanciara de alguno de sus hijos. Al menos fue lo que ocurrió con Alba. Había perdido todo el contacto con su padre a consecuencia de ella, con la que había diferencias insalvables.