Rocío Flores está imparable. La joven continúa con su vida a pesar de todas las polémicas que rodean a su familia. La primogénita de Rocío Carrasco está muy centrada en su cambio físico y no piensa renunciar a ello.
Tal y como comentó en El programa del verano de Telecinco, ahora le toca el turno a ella. Tras tocar fondo, la hija mayor de Antonio David Flores quiere pensar en sí misma. Mejorar su imagen es uno de sus grandes propósitos y por ello no duda en mimarse todo lo que puede.
Retoque estético a la vista
Se ha visto recientemente a la joven saliendo de una clínica estética ubicada en la capital madrileña. Tras cumplir con sus obligaciones laborales en la pequeña pantalla, la hermana de David y Lola Flores ha acudido a un conocido centro estético para ponerse en sus manos de confianza.
Por el momento, se desconoce cuál es el cambio que la colaboradora televisiva tiene en mente. No obstante, seguro que lo cuenta en sus redes sociales cuando llegue el momento.
A la joven le gusta hacer partícipes a sus seguidores de todos los mimos que se consiente. Desde que saliera de Supervivientes 2020, la nieta de Rocío Jurado ha perdido casi 20 kilos. Por ello, la primogénita de Rocío Carrasco no ha dudado en publicar varias stories explicando algunos de sus tratamientos más visibles.
Sus cambios más sonados
Lo cierto es que está estupenda, pero todo tiene un precio y esta vez no es apto para todos los bolsillos. Se calcula que la hija mayor del ex Guardia Civil podría haberse gastado más de 10 000 euros en mejorar su imagen.
Está claro que la figura y la cara de la nieta de Pedro Carrasco ahora son mucho más armoniosas. Esto se debe en parte a la bichectomía a la que se sometió hace algunos meses. Esta intervención es muy sencilla y no requirió ingreso hospitalario.
Con ella, ha logrado una cara más estilizada, resaltando así la zona del pómulo. La joven también se realizó una armonización facial, que define los ángulos del rostro.
A estos retoques hay que sumarle un aumento de labios, que se realizó antes de entrar al concurso más extremo de Telecinco. Desde entonces, esta zona de su rostro parece más voluminosa y carnosa.
También se sometió a una rinomodelación. «Lo que me he hecho ha sido ponerme una gotita de ácido porque tengo el hueso muy pronunciado. Entonces me lo he puesto para que se ponga la nariz completamente recta», confesó entonces la joven.
Además, para mejorar su sonrisa, la nieta de Pedro Carrasco se puso una ortodoncia invisible. Tuvo que usarla todo el día. Solo podía quitársela para comer algo.
Por si todo esto no fuera suficiente, la hija mayor del ex Guardia Civil y la nueva colaboradora de Sálvame cada seis meses, aproximadamente, se somete a microblading. Con esta técnica mejora el aspecto de sus cejas considerablemente.
A todo ello, hay que añadirle que Rocío Flores es una habitual de la maderoterapia, que realiza cada semana. Su objetivo es tonificar y alisar su piel y reducir así el depósito graso.
Para estar estupenda, la joven trata de mantener también una dieta saludable que combina con ejercicio. Por eso no es de extrañar que incluso haya cambiado mucho su forma de vestir.
Poco queda de aquella hija tímida que se sentaba por primera vez en televisión para defender a su padre en GH VIP. La nueva Rocío tiene un estilo totalmente diferente. Ahora se atreve incluso con looks de lo más arriesgados.
De hecho, la joven se ha convertido, tras su paso por Supervivientes 2020, en reclamo publicitario de varias firmas de moda. Lo que lleva puesto la nieta de Rocío Jurado vende y es una oportunidad que las marcas no piensan dejar escapar.