El comienzo de año ha sido un tanto movido para la reina Sofía. Sus planes iniciales se vieron alterados a consecuencia de sus hijas. Las hermanas del rey Felipe tenían previsto realizar un viaje estos días que se anuló a última hora.
La intención era volar este lunes a Emiratos Árabes, donde se reunirían con su padre para celebrar su 84 cumpleaños. Sin embargo, hubo algo que les llevó a cancelarlo.
Eso les permitió pasar la jornada del domingo 2 de enero en Zarzuela junto a Sofía, en una jornada tranquila y familiar. Dicho encuentro posiblemente no haya sido bien recibido por parte de Felipe, que ha tratado de distanciarse de las infantas en los últimos tiempos. No ve con buenos ojos sus apariciones públicas.
En cualquier caso, la suspensión del viaje supuso un importante problema para unos cuantos. Empezando por el rey Juan Carlos, al que le hubiera gustado estar en España por estas fechas. Sin embargo, en Zarzuela le han cerrado las puertas y se desconocen cuáles son sus planes respecto al emérito.
Felipe, en contra de la decisión de Sofía
Los trabajadores de la Casa Real tampoco son ajenos a estos movimientos de la familia de Felipe. Tienen que estar disponibles para todo aquello que vayan a realizar. No hay que olvidar que exigen unos escoltas, conducir unos coches, preparar comida y tener disponibles unos equipos de seguridad.
Cada cambio genera una importante modificación en sus agendas, sobre todo cuando se hace con tan poco margen de tiempo. No solo altera sus planes laborales, también los personales.
El vuelo de las infantas a Emiratos Árabes se había organizado con varias semanas de antelación. Esta cancelación supuso un serio trastorno para los empleados de Zarzuela.
Una persona que trabaja para los reyes admite que "aquí funciona un régimen del siglo pasado, cuando somos todos trabajadores con derechos del siglo XXI". Explica que las condiciones "no han cambiado en este tiempo y que debería ser diferente".
Sofía aprovechó la comida para ponerse al día de las vidas de sus hijas. Pudo conocer de primera mano las causas que las obligaron a anular el reencuentro con Juan Carlos. Para él supone toda una alegría recibir este tipo de visitas.
Hace un año y medio que reside fuera de España, y la situación empieza a resultar un tanto estresante para él. No soporta más tiempo alejado de los suyos y de su país. Durante este periodo solo ha recibido la visita de Elena y Cristina, que viajan con cierta regularidad para estar a su lado.
Sus hijos ya empiezan a ser independientes y eso les concede una mayor libertad. No tienen tantos inconvenientes para desplazarse de un lugar a otro.
Desde el mes de noviembre de 2020 los vuelos se han ido repitiendo cada mes o cada dos meses. Casi siempre siguen el mismo procedimiento. Elena sale en fin de semana del aeropuerto de Barajas en un vuelo regular y regresa el jueves al mediodía.
Sofía confía en el regreso de Juan Carlos
La otra hija de Sofía suele coger el avión los domingos para ver a su padre. Cristina aprovecha el fin de semana para estar en España y reunirse con Urdangarin, que cada vez cuenta con más libertad de movimientos,
Al contrario de lo que muchos se piensan, suelen ir acompañadas por un único escolta. Cada vez han ido perdiendo más privilegios. Y de eso se ha encargado Felipe.
La reina Sofía, por su parte, no es muy dada a visitar a su marido. Aunque la relación entre ellos es muy cordial, trata de evitar los encuentros en persona. Confía en que su hijo se lo ponga más sencillo para facilitar el reencuentro, que desea que se produzca en España.