En pleno confinamiento, Enrique Ponce decidía darle un giro radical a su vida. Anunciaba su separación de Paloma Cuevas, después de dos décadas de matrimonio y dos hijas en común.
El motivo de la ruptura era Ana Soria, una chica 25 años más joven que él.
En la actualidad, el torero se encuentra inmerso en los trámites de divorcio. Este proceso le está llevando más tiempo de lo que pensaba en un principio.
Desde el primer momento, Ponce ha tratado de llevar su romance con mucha discreción. Su nueva pareja trata de esquivar a las cámaras y huye en todo momento del foco mediático. Ana se encuentra finalizando sus estudios universitarios en Almería.
Su intención, como recoge el portal El Nacional, es trasladarse a vivir a Madrid durante el próximo verano. Mientras tanto, el diestro se ha mudado con ella a la ciudad andaluza. Allí se encuentra un tanto desubicado.
Está lejos de sus hijas, a las que echa mucho de menos, pero también lamenta no tener una rutina. Según desvela este medio, estaría "muy aburrido" al lado de su chica. Vive en exclusiva por y para ella.
La pareja lleva un tiempo desaparecida. El pasado verano, el ex de Paloma Cuevas, anunciaba que se retiraba de los ruedos después de 30 años en el oficio. Entendía que había cumplido un ciclo en su vida y que le tocaba afrontar una nueva etapa.
En cierta medida, trataba de cumplir una de las peticiones que le había hecho Ana Soria. La joven nunca le ha gustado el riesgo que asumía en una plaza de toros. En numerosas ocasiones le solicitó que abandonara su carrera.
Enrique Ponce le hizo caso, pero esa promesa ha durado muy poco tiempo. Algunos medios desvelan que tiene previsto volver a los ruedos a lo largo de este año.
Echa mucho de menos el día a día. En su momento se retiró de una manera apurada, sin recibir el homenaje que se hubiera merecido. Y lejos de Paloma Cuevas ha perdido también poder adquisitivo.
Al parecer, no podría permitirse vivir demasiados años sin trabajar. Sobre todo si lleva una vida de lujos, como estaba acostumbrado durante los últimos años. Al lado de su chica no ha escatimado en gastos.
Y eso es algo que se nota en exceso en la cuenta corriente. El Español señala que dejó de torear a consecuencia de la pandemia. La mayoría de corridas quedaron suspendidas y ponerse el traje de luces no le salía del todo rentable.
Enrique Ponce dispuesto a regresar con más fuerza que nunca
Enrique Ponce está dispuesto a volver a torear, aunque se desconoce si tiene el visto bueno de Ana Soria. En un primer momento, su intención es empezar a trabajar fuera de España. En el extranjero tiene muy buen cartel y allí podría reanudar la actividad sin la presión mediática que soporta en su país.
Algunos medios destacan que este regreso podría poner en peligro la relación con su chica. No vería con buenos ojos una separación de varias semanas, sobre todo en la época de más trabajo.
Él, mientras tanto, se encuentra muy ilusionado con esta posibilidad y se ejercita para estar a punto en su vuelta. Aseguran que regresa "porque es su profesión y porque lo necesita, como todo el mundo".
Explican que se retiró en su día de "manera temporal y ahora vuelve con esta nueva normalidad". Una vez pasado lo peor de la pandemia, entiende que ha llegado su hora.
En cualquier caso, hay muchas dudas sobre la relación de Enrique Ponce y Ana Soria. En Socialité, una vecina de la pareja desvelaba que ya no vivían juntas. Lo que puede ser un indicativo de que están pasando por una pequeña crisis, o algo peor.