El distanciamiento entre la reina Letizia y su suegra cada vez es más evidente. Se dejan ver juntas aparentando normalidad, pero en realidad la relación no es tan bonita como quieren hacer ver.
El último gesto que la ha retratado ocurrió durante la última gala de los Premios Princesa de Asturias en Oviedo. Su comportamiento no pasó desapercibido para los espectadores que seguían la ceremonia.
Letizia trata de cuidar al máximo cada uno de sus gestos, pero a veces le cuesta mantener las formas con Sofía. Es consciente de que se encuentra sometida a una gran presión, que todas las miradas están puestas en ella. Y más en estos tiempos, en donde cualquier imagen se puede sacar de contexto y provocar un debate público.
Desde Casa Real tratan de calmar los ánimos. Hacen todo lo posible por negar lo evidente. Entre ellas hay una relación muy tirante.
Es lo que se puede apreciar en aquellos actos en los que aparecen juntas. Y no hace falta retroceder mucho en el tiempo para dar fe de ello. El último episodio de este desencuentro tuvo lugar hace una semana tras los Premios Princesa.
No pasó desapercibido el ninguneo de Letizia a Sofía a la conclusión de la ceremonia. La madre del rey se acercó a un corrillo donde estaban la reina, su hijo, sus nietas y la vicepresidenta del Gobierno, entre otros. En las imágenes de TVE pudo apreciarse el vacío que le dedicó la reina.
Con anterioridad ya había tenido detalles muy feos con la emérita. En la retina de todos está el rifirrafe que protagonizaron las dos en la Catedral de Palma el 1 de abril de 2018. Esa fue la primera vez que se evidenciaba que entre las dos reinas no había química.
La esposa del rey retiraba a Leonor y a la infanta del lado de su abuela. Pero lo hizo de malos modos, generando mucha controversia aquel gesto.
No hay una versión oficial que explique esta mala relación. Desde el entorno de la asturiana deslizan que está molesta con la actitud que ha tenido Sofía en ciertos asuntos. Sobre todo con lo referente a Juan Carlos y a su hija Cristina, salpicados por distintos escándalos.
Cree que de esa manera han erosionado a la Corona y dañado a la imagen de los actuales reyes. Pero también está claro que esa falta de sintonía entre ellas tampoco ayuda a fortalecer a la institución.
A Sofía se le echa en cara que no haya tenido valor para enfrentarse a su marido y recriminar los comportamientos de sus hijas. En las situaciones más polémicas prefirió mirar para otro lado. Antepuso a su familia sobre la monarquía.
Letizia procura alejarse de la madre del rey
Hay otro detalle que vuelve a dejar al descubierto el distanciamiento de Letizia con su suegra. Fue el pasado verano durante las vacaciones de la familia en Palma. La emérita permaneció encerrada en el Palacio de Marivent, sin que se le viera en ninguna salida.
Otros años era muy fácil ver a la esposa de Juan Carlos en compañía de su hijo, nuera y nietas. Ya fuera durante una jornada de compras o un paseo por la zona.
En los últimos días de vacaciones de la Familia Real en la isla se organizó una cena pública. A ella asistieron Irene de Grecia y el matrimonio Fruchaud. Quizás fue un intento por mostrarse como una familia unida y feliz, pero en ocasiones se aprecia como algo forzado.
Pero con el tiempo ha quedado claro que Letizia trata de tener lo más lejos posible a la reina. Solo aparecen juntas en contadas ocasiones.