La relación entre Ana Soria y Enrique Ponce cada vez está más consolidada. Hace unos días algunos medios desvelaban que el torero ya habría presentado a su novia a sus familiares más directos. Esto implicaba un gran avance para la consolidación de la pareja.
Lo había dejado todo para estar a su lado. Se desplazó a Almería, donde ella continúa con sus estudios y donde residen sus padres. Allí consiguen llevar una vida muy tranquila, alejada de los medios y de la presión mediática.
Recientemente, el diestro tuvo que acudir a los juzgados y con él estuvo en todo momento Ana Soria. De esta manera demostraba que estaba tanto en los buenos como en los malos momentos.
Al parecer, Enrique Ponce acudió a declarar por la denuncia que le interpuso uno de sus mozos de espada, con el que trabajo 20 años. La joven se desplazó hasta la capital de España con su chico, pero no pudo entrar en las dependencias judiciales. Los protocolos del coronavirus se lo impidieron.
En vista de eso decidió volver al hotel en el que se alojaban. El torero volvió a mostrarse una vez más muy caballeroso, y no dudó en acompañarla hasta la parada del taxi, como recoge la revista Semana.
El paso por los tribunales nunca es del agrado de nadie. Y así lo demostraron Ana Soria y Enrique Ponce, que aparecieron con cara de pocos amigos. Es posible que a la futura abogada tampoco le hiciera mucha gracia que no la dejaran entrar después de haber hecho tantos kilómetros.
Los dos habían viajado a Madrid desde Almería. En la ciudad andaluza han encontrado el refugio perfecto. Desde hace unos meses residen en un ático que alquilaron y que se encuentra próximo a la casa de los padres de la joven.
Con ellos mantiene una estupenda relación el diestro, sobre todo con su suegro, con el que ha hecho muy buenas migas.
Ana Soria tomó el pasado verano una decisión drástica que le ha servido para quitarse de encima una gran presión. Optó por cerrar sus redes sociales en vista del enorme revuelo mediático que se había generado en torno a la pareja.
Algunos portales cuentan que detrás de esa medida pudo estar Paloma Cuevas, la ex de Enrique Ponce. Habría impuesto una serie de condiciones al torero para firmar los papeles del divorcio. Uno de ellas hacía referencia a la discreción.
Las tres partes acordaron que no se realizaría ninguna exclusiva y que tampoco seguirían utilizando las redes sociales como hasta la fecha. Durante una época era muy habitual que la almeriense compartiera sus experiencias con su novio en estas plataformas.
Pero en vista de todo lo que fue sucediendo y pensando también en el bienestar de las hijas del diestro, decidieron apartarse de ellas. Eso les ha permitido llevar su vida con más tranquilidad y sin el agobio de los seguidores.
Ana Soria ve como se afianza su relación
En los últimos días, Ana Soria ha comprobado como su chico decidía dar un paso más en la relación. Eso fue lo que le demostró al presentarle a su núcleo familiar más directo, como señalaba ABC.
"Es una más en la familia de Enrique Ponce y el roce, creen todas las partes, estrechará los lazos". En cualquier caso, tampoco se dieron a conocer el nombre de las personas que integran este grupo de allegados que ya conocen a la joven.
Supone un gran avance, sobre todo si se tiene en cuenta que no tuvo la oportunidad de asistir a la comunión de la hija menor de su novio. En aquella celebración se volvieron a ver las caras el torero y Paloma Cuevas. Fue solo dos meses después de que alcanzaran un acuerdo para separarse y firmar el divorcio.
A Ana Soria lo único que le preocupa es seguir siendo feliz al lado de su pareja. Todo lo demás pasa a un segundo plano para ella.