Ana Soria no le ha dado el visto bueno, pero igualmente, Enrique Ponce tiene previsto volver a ponerse delante de un toro. El año pasado el diestro decidía apartarse de manera temporal de los ruedos y ahora ya planifica su regreso.
Tuvo la oportunidad de cerrar una gira por América, pero descartó esta opción al no ser lo suficientemente rentable. Su intención, ahora, es que el retorno se haga durante los próximos meses y por un grupo muy reducido de plazas españolas. En cierta medida, busca despedirse del público de la mejor manera, vestido con el traje de luces y ante su gente.
Hay ciertas informaciones que apuntan a que detrás de esta decisión de Ponce se esconde un motivo económico. Al parecer, según desvela Vanitatis, sus negocios ajenos al mundo del toreo no estarían pasando por su mejor época. Y Ana Soria estaría al tanto de ello.
Al margen de la opinión que pueda tener su pareja, él ha decidido dar el paso de preparar su vuelta. Está entrenando con más ganas que nunca y regresa "porque es su profesión y lo necesita", apuntan desde su entorno a El Español.
Después de unos pocos meses apartado de la actividad se ha dado cuenta de lo que implica la falta de ingresos. Y más en estos momentos cuando sus sociedades presentan pérdidas millonarias. En algunos casos pueden llegar a considerarse de preocupantes, pero sea como sea, a Ana Soria no le hace ni pizca de gracia que vuelva a los ruedos.
Una de las empresas que tiene se dedica a la producción y comercialización de aceite de oliva. De ello se encargaba en su día Paloma Cuevas, pero tras la ruptura del matrimonio esta línea de negocio se acabó estancando. La gestión de dicho negocio estaba en manos de Cetrina SL, su compañía de cabecera.
Aparte del aceite, también se dedicaba a la explotación ganadera y agrícola, dando empleo a más de una veintena de trabajadores. En 2019, esta compañía de la pareja de Ana Soria registró unas pérdidas por valor de 207 000 euros. En el último ejercicio mejoraron las cuentas, pero todavía seguía perdiendo 122 154 euros.
La situación les deja prácticamente al borde de la quiebra. El negocio del 'oro líquido' no consiguió remontar tampoco el vuelo. Vendían a través de su web y en El Corte Inglés, pero los ingresos obtenidos estaban por debajo de lo que pensaban.
Lo único que le invita a ser optimista son las sociedades dedicadas a la gestión de alquileres. El torero cuenta con varios locales y naves comerciales, que son aprovechados por discotecas o supermercados, entre otros negocios. Sin embargo ni a Ana Soria ni al propio Ponce no les satisface para nada.
Uno de ellos saldó el último curso con unas pérdidas de 82 000 euros. Una cifra que puede parecer pequeña, pero que no lo es tanto si tenemos en cuenta que presenta un activo de más cuatro millones.
Ana Soria aconseja a Enrique que no vuelva a los toros
Ana Soria no parece dispuesta a sufrir. No quiere ver a Enrique Ponce delante de un toro. Pese a su experiencia y su buen estado de forma, sabe que una mala maniobra puede costarle un disgusto.
Hay muchas dudas sobre si lo que le empuja a regresar a las plazas de toros es el dinero o la afición por este arte. En realidad, echa mucho de menos la actividad diaria y enfundarse el traje de luces. Es su gran pasión.
Aunque decidió tomarse un respiro el pasado verano, posiblemente para ordenar algunos asuntos que le preocupaban, ahora el escenario ha cambiado. Está preparado para retornar y deleitar a su público en el que puede ser su último año en activo.
Enrique Ponce es un torero muy reconocido por la crítica. Pero su separación y su posterior romance con Ana Soria le han convertido en un personaje de la prensa del corazón muy mediático.