Ana Soria, influencer y futura abogada, saltó a la fama tras empezar una relación sentimental con el torero Enrique Ponce. La joven tiene que luchar contra un ejército de detractores que le acusa de estar aprovechándose del tirón mediático del matador. Recordemos que Enrique estaba casado con la empresaria Paloma Cuevas y que este divorcio supuso un auténtico revuelo televisivo.
Ana Soria ha sido prudente en todo momento y jamás ha roto su silencio para explicar cómo se siente al lado del famoso maestro.
Muchos periodistas aseguran que es la responsable de que Enrique Ponce se separara de Paloma Cuevas, pero ninguno ha aportado pruebas. Lo único que está claro es que la futura abogada no quiere saber nada de la prensa del corazón.
Enrique Ponce está tan enamorado de Ana que ha tomado una de las decisiones más complicadas de su trayectoria profesional. Hace un tiempo anunció que iba a retirarse de los ruedos por un tiempo indefinido y esta noticia ha dado mucho de qué hablar. Fuentes de total solvencia aseguran que Paloma le pidió que abandonase el mundo de los toros en una infinidad de ocasiones, pero él no cumplió con este deseo.
Ana no es responsable de nada de lo que ha pasado, pero inevitablemente está en el centro de la polémica desde que salió a la luz el divorcio. El exmatrimonio, según ha salido publicado, tiene una relación bastante tensa, aunque intentan guardar las formas por el bien de sus hijas.
El periódico La Razón asegura que ningún paparazzi ha descubierto cómo han pasado las fiestas navideñas.
Paloma ha sufrido mucho en los últimos meses porque su nombre estaba en boca de todos, pero, afortunadamente, la pesadilla es cosa del pasado. Siguiendo la información de La Razón, la empresaria ha disfrutado de una Navidad tranquila al lado de su familia.
Lo que todo el mundo quiere saber es si Enrique Ponce ha pasado alguna fiesta con sus dos hijas.
Ana Soria y su mala relación con Paloma Cuevas
Ana pertenece a una familia bastante acomodada y jamás ha necesitado nada de nadie, pero la prensa le acusa de lo contrario. Según cuentan, tiene una relación nefasta con Paloma Cuevas porque la empresaria ha hecho caso de ciertos rumores. Nadie sabe que Paloma ha pasado alguna fecha navideña con Enrique por el bien de sus hijas, pero sí hay una cosa clara.
Cuevas jamás permitiría que Soria, actual novia del torero, entrase en su domicilio porque le considera responsable de lo que ha pasado.
La exmujer de Enrique Ponce celebró la comunión de una de sus hijas y, según ha salido publicado, vetó la presencia de la futura abogada. Todo hace pensar que estamos a las puertas de una guerra que parece no tener final.
Enrique Ponce ha intentado ser discreto, pero inevitablemente sus movimientos han causado una gran repercusión en el mundo rosa. Algunos medios aseguran que ha estado a provocando a su exmujer Paloma desde la distancia, pero no es así. El torero ha intentado tener buena relación con ella, pues juntos tuvieron a dos hijas que son lo más importante de su vida.
Ana Soria continúa generando desconfianza
Enrique Ponce lleva mucho tiempo siendo uno de los toreros más cotizados, motivo por el que siempre ha estado en el centro de la polémica. Tiene mucha experiencia y sabe cómo tratar a los periodistas, pero no ha podido proteger a su novia Ana. La joven abogada sigue siendo muy criticada porque supuestamente se está aprovechando del torero.
Soria tiene un poderoso ejército de enemigos a sus espaldas, pero lo cierto es que ella jamás ha cometido ningún error. No es verdad que haya sacado partido de su noviazgo con Enrique, pues nunca ha concedido ninguna entrevista. Lo único que ha hecho es ser prudente e intentar pasar inadvertida para ganarse el favor de Paloma Cuevas, pero no lo consigue.