Bertín Osborne continúa con su gira de promoción por los platós de televisión. El miércoles presentó en El Hormiguero su nuevo trabajo que conmemora sus 40 años sobre los escenarios. Y este domingo fue el turno de Viva la vida, donde tuvo tiempo para confesar detalles de su vida privada.
Además de cantar un nuevo tema concedió una entrevista a Emma García, a quien le confesó los problemas de salud de su hijo Kike. Recientemente les dio un susto importante, y no tuvo reparo en comentarlo.
Bertín se mostró tal y como es, campechano y sincero. No le sentó nada bien que la presentadora y los colaboradores estuvieran disfrazados con motivo de Halloween. Confesaba que no era capaz de "reconocer a ninguno" de los tertulianos entre brujas y calaveras.
Se le acumulan los malos momentos
Contó que se trataba de una tradición importada de Estados Unidos que no le hacía ninguna gracia. "Esto es una americanada, que la hemos adoptado hace diez años, y a mí me parece una fantasmada de pelotas", señaló. De esta manera tan tajante rechazaba la posibilidad de disfrazarse como el resto de presentes.
Los malos momentos se le han acumulado al cantante de rancheras durante las últimas semanas. Al problema con Kike, se le suma el fallecimiento de su amiga Mercedes Domecq. No solo era una gran confidente, también la prima de su primera esposa.
En un primer momento Bertín Osborne contempló la posibilidad de anular sus planes de promoción. Así lo confirmó en el espacio de Pablo Motos, pero también pensó en lo que ella querría. Tenía claro que le animaría a seguir adelante con su calendario de entrevistas.
Una persona muy importante es su vida es Fabiola. Pese a la separación, trata de llevarse con ella de una manera muy cordial, sobre todo por los niños. Pese a que él reside en Andalucía, hace todo lo posible por ir a Madrid dos o tres veces por semana.
Trata de pasar el mayor tiempo posible con sus hijos, lo que demuestra que es un padre comprometido. Con su expareja es tan buena la relación que hasta media hora antes del programa habían estado juntos.
La última crisis sufrida por Kike aún le dura en la memoria. Parece que todavía tardará un tiempo en olvidarse. "Enseguida se le pasa, pero nos asustamos mucho", reconoce.
Cuenta que "le ponen algo para que se calme y luego te mira con los ojos entornados y dice ya está".
Bertín Osborne cuenta lo duro que es
Soportar esa situación resulta muy ingrato para cualquier padre. "Vivirlo es durísimo", admitía Bertín Osborne. Son pequeños sustos que da de vez en cuando.
El optimismo y vitalidad que desprende el artista no se ve alterado por nada, que trata de quitarle trascendencia.
Kike es un joven de 14 años que siempre está sano, que no sufre un catarro desde hace mucho tiempo. Su padre desvela que el secreto está en poder controlar todo lo que come, con una alimentación ecológica.
"No sabe lo que es el azúcar, ni el trigo ni los lácteos, nunca se ha puesto malo", añadía. Todo lo contrario que su hermano, que como cualquier joven de su edad se ve obligado a pisar la consulta del médico con regularidad.
Kike, por su parte, cuenta con un estado envidiable. Y solo esas pequeñas crisis consiguen desestabilizarlo.
Bertín también tuvo tiempo para hablar del amor. De momento le cierras las puertas y descarta comenzar una nueva relación. Señala que en pareja es un auténtico "desastre".
En más de una ocasión ha comentado que estaría abierto a una posible reconciliación con su ex. Pero de momento, todo apunta a que le tocará esperar.
Esa capacidad que tiene para "dispersarse" es uno de los motivos que motivaron la separación de Fabiola Martínez.
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