Bertín Osborne reaparecía este miércoles en televisión de la mano de Pablo Motos en El Hormiguero. No era, sin lugar a dudas, el mejor día para él. Unas horas antes había fallecido una amiga íntima, Mercedes Domecq Ybarra.
🔊 Escucha esta noticia en Ivoox:
Se trataba de la mujer de su buen amigo Fermín Bohórquez. Moría a los 70 años tras una larga enfermedad. La noticia había caído como un jarro de agua fría en el entorno del cantante, que por momentos parecía muy tocado.
Esta muerte coincidía además con la presentación del nuevo disco de Bertín, Cuarenta años son pocos. Con él pretende conmemorar sus cuatro décadas sobre el escenario.
Su nuevo trabajo discográfico se compone de temas que fue creando durante el confinamiento. Sin embargo, el comienzo de la promoción se ha visto un tanto empañado por la pérdida de su amiga. Quiso tener un recuerdo con ella durante el programa.
"Hoy es un día complicado para mí. Ayer por la noche murió mi mejor amiga y hoy estoy muy revuelto, muy muy jodido", señaló. Su rostro lo decía todo.
Tenía claro que no era el día más propicio para salir en los medios, pero pensó en lo que desearía su amiga. "Esta mañana cuando me he levantado tenía como 20 entrevistas por lo del disco. He pensado qué haría Mercedes si me viera en esta situación", dijo.
"Ella me daría una patada en el culo y me diría, sal ahí y diviértete. Y por eso tengo esta sonrisa, aunque me cuesta sacarla", advertía Bertín Osborne. Por momentos trataba de realizar grandes esfuerzos para no emocionarse.
Son muchos los recuerdos que tiene de ella y que no olvida tan fácilmente. Se trata de una pérdida que deja un hueco muy importante en el corazón del presentador y cantante.
Su muerte le cogió en Madrid, donde tenía concertadas unas cuantas entrevistas. Eso le impidió estar al lado de la familia de Mercedes en Jerez. Los que no faltaron a su despedida fueron sus hijas, que también estaban muy afectadas.
La fallecida era prima de la primera esposa de Bertín Osborne, la fallecida Sandra Domecq, por lo que el vínculo era mayor aún. Aunque se trató de un duro golpe para él, nada más levantarse trató de reponerse y poner su mejor cara. Sabía que ya no podía hacer nada más por ella, y le tocaba cumplir con sus obligaciones profesionales.
Aunque por momentos trató de dar su mejor versión, se le vio un tanto incómodo. Su cabeza estaba en otro lugar, junto a sus amigos y familiares en Jerez.
Respecto a este nuevo trabajo, reconoce que tanto tiempo libre durante la pandemia le ayudó a componer. "Antes solía hacerlo en los aviones cuando viajaba a América. Me ponía los cascos y componía", cuenta.
Pero las restricciones le han obligado a modificar sus métodos de trabajo. "Ahora, como no puedo ir, lo hago en casa". Advierte que supone "muchas horas de curro".
Quiere dejar claro que gran parte de sus temas llevan su sello. Señala que "con los años me volví vago y ahora por la maldita pandemia tenía todas las horas del mundo".
Bertín y su vida en el campo
Al contrario de lo que muchos pudieran pensar, Bertín Osborne lleva una vida muy ordenada. Desveló que "me levanto a las 07:00, porque soy como las perdices. Me acuesto temprano y me levanto temprano".
Señala que en ocasiones llega a meterse en la cama a las 22:00, "lo que pasa es que en la cama hago muchas cosas". Entre ellas leer, escuchar la radio y ver la televisión, "incluso todo a la vez, aunque no me entero de nada".
Contó uno de sus grandes secretos para estar en forma. Además de realizar un intenso entrenamiento por las mañanas, apenas desayuna. Y cuando lo hace se toma un sándwich de jamón bueno y un tinto.
Para sorpresa de muchos, añadió que "es buenísimo un tinto para desayunar. El café es una mierda", apuntó.