Malas noticias para Kiko Hernández. Ha comprobado como uno de los proyectos en los que había depositado más confianza no triunfaba. En realidad se ha visto obligado a cerrarlo.
Si por algo se caracteriza el colaborador de Sálvame es por su capacidad para administrar su patrimonio. Siempre ha dicho que es partidario de no poner todos los huevos en la misma cesta. No quiere confiarlo todo a una sola carta.
Kiko triunfa en televisión, en donde ha llegado incluso a sustituir a Jorge Javier al frente del espacio vespertino de Telecinco. Ahora ha probado fortuna en el teatro con la obra Distinto, en donde se le ve muy cómodo. Son dos trabajos que le funcionan de maravilla y que tiene previsto compatibilizar lo máximo que se pueda.
Sin embargo, se adentró en una aventura empresarial que fracasó pese a su convencimiento de que saldría adelante con éxito. El pasado mes de septiembre presentó un negocio de aceitunas bajo el nombre de Chupadedos. Sin embargo, como recoge la revista Semana, ya no se comercializan.
La publicación conocía desde hace tiempo que el proyecto no funcionaba del todo bien. Por eso, lo primero que hicieron fue meterse en su página web, pero ya no existía. No hay ni rastro de esta plataforma y sus redes sociales están totalmente desactualizadas.
En concreto llevan desde noviembre inactivas. Es un síntoma de que algo va mal.
El siguiente paso les llevó a contactar con las distintas tiendas que comercializaban estas aceitunas. La respuesta por parte de estas fue bien clara. Ya no las venden desde hace tiempo.
Al parecer, la apuesta de Kiko Hernández había fracasado. No tuvo el tirón esperado entre los consumidores. Eran muchos los que confiaban en que siguiera la estela de su compañera Belén Esteban, que ha tenido más fortuna en sus inversiones.
Por lo visto, el colaborador de televisión ha asumido rápido la derrota. No le hizo falta demasiado tiempo para darse cuenta de que el negocio no era rentable. Con unos pocos meses fue suficiente.
Es posible que no estuviera dispuesto a invertir más dinero en un negocio que no era rentable. En vista de eso pensó que lo más oportuno era liquidarlo.
Si por algo destaca el ex gran hermano es por su capacidad para gestionar su patrimonio. Los que le conocen aseguran que no es nada derrochador, ni tampoco dado a permitirse muchos caprichos. Lo único en lo que suele gastar es en casas.
La última vivienda, adquirida hace apenas unas semanas, le costó algo más de dos millones de euros. Un dinero al alcance de muy poca gente en el mundo de la televisión.
Kiko Hernández contó con el apoyo de sus amigos
Kiko Hernández recurrió en su día a sus compañeros de programa para promocionar las aceitunas. Jorge Javier Vázquez o David Valldeperas fueron algunos de los que quisieron echarle una mano en esta aventura. Pero se demostró que esta publicidad no ha sido del todo efectiva.
Ahora pretende centrarse en su faceta de tertuliano y de actor. En Sálvame se le puede ver tres veces por semana. Su trayectoria en la pequeña pantalla se ha prolongado durante dos décadas y todavía tiene cuerda para rato.
Durante los últimos años también ha liderado otros proyectos empresariales, relacionados con el sector textil, inmobiliario o de la alimentación. No ha dudado en ser valiente y probar en busca de la rentabilidad cuando consideraba oportuno.
Pero no hay nada que pueda desanimar a Kiko Hernández. Ahora está muy centrado en su faceta de actor, donde trata de mejorar a diario. "Se está dejando la piel y es un tío muy responsable", explica el director de la obra.