Montaje de fotos de primer plano de Pablo Urdangarin y Juan Urdangarin

Manuel, el hombre que Pablo y Juan Urdangarin no quieren ver ni en pintura

Pablo y Juan Urdangarin, muy molestos con la actitud de su padre

Pablo y Juan Urdangarin han tenido que soportar muchas cosas de su padre. Lo vieron desfilar por los juzgados y entrar en prisión. Ahora han comprobado como la persona a la que tanto idolatraban engañaba a su madre con otra mujer.

Y en este culebrón amoroso, además de los exduques de Palma y de Ainhoa Armentia, hay un cuarto protagonista. Se trata de Manolo, el todavía esposo de la nueva pareja de Iñaki. Hasta la fecha era un auténtico desconocido, pero la revista Hola se ha encargado de ponerle cara.

Desde la distancia, tanto Juan como Pablo Urdangarin han visto como su padre rompía dos matrimonios en una sola jugada. Las imágenes de la nueva pareja paseando por la playa de Bidart acabó condenando al exjugador de balonmano ante sus hijos. 

En un primer momento trataron de restarle trascendencia al asunto. "Son cosas que pasan", llegaron a decir. Al cabo de los días no descartaban la reconciliación entre sus padres, "sería lo más lógico", apuntaron.

Pero en ningún momento contaron con la entrada en escena de Manolo Ruiz, el marido de Ainhoa. Su matrimonio estaba atravesando por un momento de crisis, pero nunca pensó que saltaría a la primera línea mediática por culpa de su esposa. Desde que le engañó con Iñaki, su vida cambió para siempre.

La infanta Cristina de Borbon e Iñaki Urdangarin con sus hijos Juan Valentin, Pablo Nicolas, Miguel e Irere Urdangarin en Vitoria el miércoles 25 de diciembre de 2019
Juan y Pablo Urdangarin, con el resto de la familia en una imagen de archivo. | GTRES

La revista mostraba el miércoles a la infanta en el aeropuerto. Se dirigía a Abu Dabi, donde tenía previsto dar explicaciones a su padre sobre lo que ocurrirá con su relación. Había muchas cosas de las que informar al emérito.

Al parecer, las maneras de actuar de su yerno no fueron bien recibidas por Juan Carlos. Según algunos medios, lo primero que dijo es que no le iba a dar un duro más. Está dispuesto a cortarle el grifo.

Pero la madre de Pablo y Juan Urdangarin no fue la única en salir perjudicada por esta historia de amor. La otra víctima ha sido Manolo, "el hombre más buscado del momento", apunta la revista Hola. Señalan que "tras 19 años de relación y dos hijos de 17 y 13 años, la pareja podría estar separándose definitivamente".

El gran revuelo generado en torno a ellos habría acelerado los acontecimientos. Ese pequeño bache que él pensaba que podría solucionarse, ya no tiene remedio. "Ainhoa actualmente vive con su padre, Vicente", apuntan.

Se trata de la segunda familia que rompe el exduque de Palma. La primera fue la suya. Sienten que su padre les ha traicionado tras no haber dado las pertinentes explicaciones en casa.

Mientras tanto, Cristina continúa viviendo en Ginebra, donde reside con su hija pequeña Irene. Se ha refugiado en su casa y apenas se le puede ver por la calle. Trata de evitar en todo momento ser inmortalizada por los fotógrafos.

Juan y Pablo Urdangarin se suelen ver en Barcelona

Hasta la fecha era habitual que la infanta viajara a Barcelona, donde juega su hijo Pablo. Se le pudo ver acompañada por Juan Urdangarin  e Irene en alguna ocasión. Por su parte, Miguel, está establecido en Londres, donde sigue con sus estudios universitarios, totalmente desaparecido de la primera línea mediática.

Insisten desde el entorno de la familia que la relación entre Iñaki y Cristina solo ha sido interrumpida de manera temporal. Sin embargo, poco se sabe de la historia de Ainhoa y Manolo Ruiz. Los detalles que se han desvelado sobre ellos han sido bastante más confusos.

Imagen de Pablo Urdangarin jugando con el FC Barcelona
Pablo Urdangarin juega en el Barcelona, donde recibía con frecuencia las visitas de su Juan y su madre. | EP

Todo apunta a que estarían tramitando los papeles del divorcio. Ella, de momento, tuvo que marcharse de su casa, encontrando acomodo en la vivienda de su padre.

Juan y Pablo tratan de ser muy educados cuando atienden a los medios, pero no dicen nada nuevo que no se sepa. Lo único que les preocupa es que esta situación se acabe lo antes posible y vuelvan a recuperar la normalidad en sus vidas.