El estado de salud de José Ortega Cano cada vez es más preocupante. Las últimas pruebas realizadas al diestro revelan una nueva enfermedad que le obligará a modificar sus hábitos diarios.
La encargada de hacer público este problema fue su pareja. Ana María Aldón recurrió a las redes sociales para pedir consejo a sus seguidores.
Al parecer, Ortega Cano tiene el colesterol por las nubes, como desvelaron los últimos análisis realizados. Eso implicará una serie de cambios en su vida, que afectarán a la dieta y al ejercicio. Tampoco se descarta que deba iniciar un tratamiento con pastillas.
La colaboradora de televisión explicaba que solo "necesito regularlo un poco". Entre otras deberá caminar al menos una hora al día, tomar una medicación específica y cuidar la alimentación.
Preocupada por lo que podrá comer a partir de ahora el torero, ha solicitado consejo a sus fans. "Estoy pensando en comprarme la freidora sin aceite", aseguraba en Instagram. Admitía que "no soy de mucho frito, lo poco que haga lo voy a hacer sin aceite".
La intención era conocer de primera mano si merecía la pena adquirir este electrodoméstico y los resultados que podía conseguir.
Las preocupaciones se le están amontonando a José Ortega Cano. Hace unos días se conocía que su hija había demandado a Rocío Carrasco para que entregue los escritos de su madre en un juzgado. De esa manera pretendía evitar que se hicieran públicos los diarios de la Jurado, donde presuntamente hablaría de su padre.
Un gran paso de la actriz, que está dispuesta a defender el honor y la intimidad de sus padres. Aunque eso le cueste emprender una batalla en los tribunales contra su hermana.
Esta decisión resultó bastante sorprendente, sobre todo tras especularse el posible acercamiento entre ellas. En cualquier caso, ninguna de las dos ha tratado de retomar el contacto, y parece que tampoco tienen previsto hacerlo en el futuro.
Ortega Cano, siempre al lado de sus hijos
Mientras tanto, Ortega Cano se posiciona a favor de su hija "como es lógico". Sin querer profundizar en exceso en el tema, reconoció que "no puedo decir nada" de la demanda. Eso sí, se muestra su confianza en la justicia.
En las últimas intervenciones del torero se le ha visto más hablador, más amable con la prensa. Recientemente acudía a visitar a su otro hijo al centro en el que se encuentra ingresado debido a sus adicciones.
Después de cuatro años allí, asegura que "él está muy bien, está muy tranquilo". Todavía no es capaz de adelantar cuándo le darán el alta definitiva. "No lo puedo decir", apunta el marido de Aldón, que desea el regreso de su hijo a casa.
En un primer momento estaba previsto que saliera del psiquiátrico San Juan de Dios hace unas semanas. Al final hubo algún problema que lo impidió. La familia del joven cuenta que están haciendo un gran trabajo con él, pero no quieren que su salida provoque posibles recaídas.
Quieren tener la certeza de que el chico salga de allí totalmente recuperado y capacitado para empezar una nueva vida. Lo haría al lado de su pareja, MIchu, y de su hija.
De hecho, el diestro ya le ha comprado una casa muy cerca de la suya para tenerlo próximo. La relación entre padre e hijo se ha ido consolidando con el tiempo. La mala vida que llevaba el joven preocupaba mucho al torero, que vio como despilfarraba la herencia de su madre en muy poco tiempo.
Sus problemas con las adicciones y las malas compañías le crearon más de un problema. Salir de esa situación le está costando más de la cuenta. Ni Ortega ni nadie de su familia esperaba que tuviera que estar tanto tiempo encerrado para rehabilitarse.
El vídeo del día: