Irene Rosales regresaba esta semana a los platós de Telecinco después de varios meses de ausencia. Lo hizo con mucha fuerza y con ganas de aclarar unos cuantos asuntos.
El pasado jueves se despachaba a gusto contra Isabel Pantoja en Secret Story. Reconocía que no tenía intención de pasar las navidades en Cantora y dejaba entrever que entre ellas había una charla pendiente. Aunque haya tiranteces entre ambas, el amor es mutuo y la hubiera gustado tenerla a su lado en momentos complicados.
Pero fue este sábado cuando reaparecía de manera oficial en su programa, en Viva la Vida. Además de hablar de la familia de Kiko Rivera, Rosales también tuvo tiempo para desvelar algunos detalles de su pasado. Se trata, en concreto, de un episodio que no consigue olvidar, como dejó claro ayer.
Quiso hacer referencia a todo lo acontecido durante el parto de su primera hija, Ana. Al parecer, resultó mucho más complicado de lo que se pensó en un primer instante. Incluso se llegó a temer por la vida de Irene Rosales.
Los médicos optaron por practicarle una cesárea ante las complicaciones que había para desarrollar un parto natural. Pero la situación se les fue de las manos. Recuerda que "me puse muy malita".
Irene Rosales recuerda que "gracias a Dios ahora puedo contarlo, pero a punto estuve de que no". El causante de aquel triste episodio fue una reacción alérgica a un medicamento que le suministraron durante el parto. Le provocó una serie de complicaciones que acabaría arrastrando durante dos años.
Durante ese tiempo, los facultativos le aconsejaron que lo más conveniente era no quedarse embarazada. Sobre todo "porque yo no podía tener contracciones, no podía dar a luz, entonces era peligroso", explica Irene Rosales.
En cualquier caso, antes de lo previsto llegaría al mundo su segunda niña. Solo transcurrió un año desde el primer parto hasta que tuvo a Carlota.
Recibió con mucha ilusión su segundo alumbramiento, pero hay que decir que vivió esa época con mucho pánico. Tenía miedo de que se repitiera la misma situación del pasado que estuvo a punto de costarle la vida.
El equipo médico que le atendió fue más previsor en esta ocasión y programaron con antelación otra cesárea. Pero, por suerte, ese parto salió a la perfección y el único recuerdo que tiene es muy agradable.
Después de casi 200 días apartada de los platós, Irene Rosales regresaba con ganas de hablar. El 11 de julio pasado optaba por abandonar el programa de Telecinco con el propósito de distanciarse de la exposición mediática.
Se veía en la obligación de dar explicaciones a todas horas sobre lo ocurrido en su familia política. Eso le generó mucha ansiedad, por lo que decidió retirarse un tiempo en busca de la calma. "Lo estaba pasando muy mal y tenía que parar, necesitaba asimilar todo lo que me había pasado en el último año", relataba.
Entre manos tenía el conflicto entre su marido y su madre, pero también lloraba la pérdida de sus dos padres. Para superar esa mala época decidió ponerse en manos de un profesional. "Es un chico maravilloso y me está ayudando mucho", admite.
Irene Rosales habló de los motivos que llevaron a alejarse de Telecinco
Contó que en su día Kiko no deseaba que dejara de lado la televisión. "Él quería que yo siguiera aquí, en este programa, pero veía que yo no estaba bien. Necesitaba alejarme un tiempo, tenía que parar", confiesa Irene Rosales.
Además, aseguró que estuvo a punto de separarse de su pareja en una ocasión. Fue durante el embarazo de su segunda hija.
"Él tenía problemas con las drogas y yo me planté. No podía seguir así, le dije que o cambiaban las cosas o me separaba de él", apuntó.