Carla Vigo apenas tiene trato con su familia materna. La sobrina de la reina Letizia lleva bastante tiempo desplazada. En más de una ocasión ha reconocido que le gustaría un acercamiento, pero eso parece bastante improbable.
Sus constantes apariciones en televisión no resultan del agrado de la Familia Real. Ha hablado sin filtros y con mucha sinceridad sobre tu tía, pero siempre desde el respeto. Tampoco es vista como una buena influencia para Leonor y Sofía
Carla Vigo ha vuelto a ser noticia en las últimas horas, y no por hablar de Letizia o su familia. Acaba de participar en el último espectáculo de Rafael Amargo, Yerma, y la intención es que continúe trabajando para el artista.
Vivió con mucha ilusión este estreno. Siempre ha confesado que le atrae el mundo de la interpretación y el arte, pero nunca le habían dado una oportunidad. Ahora parece dispuesta a agarrarse a este trabajo.
"Ha sido una sorpresa para todos, pero yo sabía que podía confiar en ella", contó el director y productor de la versión de Yerma. La joven debutaba a lo grande como actriz de la mano de Amargo.
Carla es sobrina de Letizia, que perdió a su madre Érika cuando apenas tenía 4 años. Nada más acabar el espectáculo recibió una llamada muy especial. Era su padre, que quiso darle la enhorabuena por su buen trabajo.
De su tía o de sus primas no hubo noticias. Sus preocupaciones en estos momentos son otras. La distancia que existe entre ellas es abismal, como queda comprobado en el día a día.
La actriz reside en Brunete con los padres de su novio, a los que considera su auténtica familia.
Con apenas 21 años ha visto cumplido uno de sus sueños. En los últimos tiempos ha tratado de formarse para estar preparada para este día. Ha asistido a varios cursos en una escuela de baile para mejorar sus dotes artísticas.
El viernes se dio a conocer sobre los escenarios interpretando a María, la amiga fértil de Yerma, el conocido personaje de García Lorca. El teatro Silo de Pozoblanco, en Córdoba, se llenó para ver esta función. Se trataba de una reposición que ya había estrenado Rafael Amargo en la capital de España hace tiempo.
Carla Vigo supera la prueba con nota
Uno de los alicientes de la obra era comprobar las habilidades de Carla Vigo. Por las palabras pronunciadas por el bailaor se puede extraer que estuvo a la altura y que tiene dotes para la interpretación.
Esta actuación puede considerarse un ensayo general con vistas a la siguiente representación, que tendrá lugar el sábado en Granada. Está previsto que sean numerosas las autoridades locales que se den cita en la Casa Museo de García Lorca.
La gira de Yerma llevará a la compañía también hasta las tablas de Alcalá la Real, en Jaén. No se descarta que pueda representarse, además, en Marbella y Málaga durante las próximas semanas. En un periodo breve de tiempo hay previsión también de actuar en Madrid.
Carla Vigo está muy agradecida por la oportunidad que le han concedido. Antes del estreno se encontraba nerviosa y con mucha presión. Cuenta agradecida que "Rafael será siempre mi padrino".
Amargo se mostró encantado con su trabajo. "Ha recitado el texto al pie de la letra, con mucha emoción y lo ha hecho muy bien", explica. Ve con malos ojos que "muchos no creyeran en ella, y en algunos platos se permitieron hacer bromitas de mal gusto".
Quedó tan satisfecho de su trabajo que "cuento con ella para mis dos próximas producciones. Una versión de Sodoma y Gomorra del Antiguo Testamento y Cartas de sangre.
Carla es feliz junto a la familia de su novio, pero siente una cierta sensación de soledad. Sus padres ya estaban separados antes de que muriera Érika, y su progenitor rehizo su vida con otra mujer, con el que tuvo dos hijos.
Nunca se le ha visto con sus abuelos maternos, y muchos menos con sus tías Letizia y Telma.
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