Ana Rosa Quintana lleva ya unos cuantos meses apartada de la televisión.
Pese a ello, sigue con mucha atención todo lo que ocurre en su programa y en el resto de espacios de la productora que dirige. Desde su casa trata de gestionar lo mejor que puede los distintos formatos de Unicorn Content.
El magacín de la mañana lo ha dejado en buenas manos. Confía plenamente en sus sustitutos: Joaquín Prat, Ana Terradillos y Patricia Pardo. Se puede decir lo mismo de Sonsoles Ónega, la encargada de conducir Ya son las ocho.
Sin embargo, Ana Rosa ha comprobado como a última hora de la tarde no se cumplían con las expectativas marcadas. Había mucha confianza puesta en este proyecto, pero el respaldo de la audiencia no ha acompañado.
Eso le ha llevado a tomar una decisión drástica, que posiblemente no sea del gusto de algunas personas de su entorno. Se trata de la incorporación de un nuevo fichaje a su equipo de colaboradores para Ya son las ocho. El personaje en cuestión es Jorge Javier Vázquez.
Durante unas horas dejará su papel de presentador para sentarse a la mesa y debatir con el resto de tertulianos. La noticia se dio a conocer este miércoles, y fue el badalonés el encargado de anunciarla. Emprende un nuevo proyecto profesional que le ilusiona mucho y que tiene el propósito de conseguir el deseado despegue del espacio.
En principio solo acudirá una vez a la semana y tratará de aportar su visión sobre los temas de actualidad que se debatan. "Voy a ser colaborador una vez a la semana en Ya son las ocho, es mi nuevo programa", confirmaba.
Explicaba que "me viene de paso y bien de horario. Desde aquí, solo tengo que cambiar de plató, me meto allí y luego voy a cenar". No supondrá un gran cambio en su vida, acostumbrado a quedarse en las instalaciones de Mediaset hasta esa hora hasta hace muy poco.
Todo apunta a que se trataría de una gestión personal de Ana Rosa Quintana. Siempre ha dicho que mantiene una buena relación personal con el presentador. Sin embargo, ha habido algo que les ha ido distanciando.
Las críticas desde Sálvame y su productora al programa de la periodista se han repetido con bastante frecuencia en los últimos meses. Sobre todo a raíz de la emisión de la docuserie de Rocío Carrasco. Les acusaban de blanquear los presuntos maltratos de Antonio David, de no respaldar su defensa a Rociíto.
Se creó un ambiente bastante hostil entre ambos espacios, aunque nadie lo quería confirmar. La guerra se recrudeció aún más la semana pasada cuando el magacín de Jorge Javier le hizo una entrevista a la reportera Marta Riesco. Siempre se había negado a hablar, pero no tuvo inconveniente en romper su silencio con un programa rival.
Ana Rosa Quintana siempre le quitó importancia a la rivalidad
Ana Rosa Quintana ha tratado siempre de restarle trascendencia a estos conflictos entre productoras. De su boca nunca ha salido una mala palabra hacia La fábrica de la tele, ni tampoco saldrá. Ella está centrada en sus proyectos y nada consigue desestabilizarla.
El último movimiento realizado en Ya son las ocho sabe que le puede reportar muchos beneficios. Se trata de una jugada que molestará a los directivos de Sálvame, pero que también le servirá para ganar en audiencia. Aunque solo sea una colaboración semanal, Jorge Javier Vázquez cuenta con mucho tirón.
De momento, él ya se ha reencontrado en un plató con Rosa Benito después de seis años sin coincidir. El de Badalona aprovechó la ocasión para recriminarle que no estuviera a la altura con su sobrina. "Rocío ha contado que ha pasado miedo y Rosa no ha sabido comprenderla", apuntó.
Ana Rosa Quintana sabe que su nuevo compañero puede aportar mucho al formato que presenta Ónega. Sabe que tiene garantizada la polémica y la confrontación. Y además consigue 'robar' a la productora rival a su presentador estrella.