Varias comunidades autónomas ya han anunciado que van a implementar medidas más restrictivas contra el Covid-19 que las que aprobaron, de forma conjunta, con Sanidad en el Consejo Interterritorial de Salud. Esas medidas buscaban ofrecer un marco común de restricciones para las fiestas navideñas, algo que muchas regiones habían pedido y que Salvador Illa comunicó como «de obligado cumplimiento».
A pesar de alcanzar ese acuerdo, varias regiones han cambiado de idea en la última semana y han decidido implementar medidas más duras y que afectan especialmente al límite máximo de personas permitidas en las reuniones sociales y familiares. De momento no han hecho ningún anuncio oficial, porque los gobiernos están esperando a que pase el puente de la Constitución para ver cómo afecta a los datos epidemiológicos, pero muchos políticos ya han avisado de sus intenciones.
Valencia y Canarias limitan las reuniones a seis personas
Las islas Canarias tienen una incidencia del coronavirus bastante menor que en el resto del país y así ha sido durante todo el otoño, pero eso no ha sido motivo suficiente para obviar las restricciones. De hecho, el gobierno canario anunció su intención de limitar las reuniones a un máximo de seis personas durante las fiestas, hasta el próximo 8 de enero, a pesar de que hasta ahora se permiten hasta diez personas.
En la misma línea se ha pronunciado el gobierno de la Comunidad Valenciana, que pretende ordenar un cierre perimetral desde el 9 de diciembre —alargando el confinamiento que ya está vigente— hasta principios de enero, y limitar las reuniones a un máximo de seis personas. Fuentes de la Comunidad creen que «no podemos tener unas Navidades que se conviertan en una cuesta de enero pandémica», y lo más probable es que su presidente, Ximo Puig, anuncie las nuevas medidas pasado el puente.
Andalucía ignora los «allegados» de Salvador Illa
Uno de los puntos más polémicos de la propuesta de Sanidad fue la inclusión del término «allegados» para justificar los desplazamientos entre regiones a pesar de que se impondrá un confinamiento perimetral en todas las comunidades autónomas entre el 23 de diciembre y el 6 de enero. La razón de Illa para hablar en estos términos era incluir no solo a las familias, sino también a personas con las que se tengan relaciones estrechas fuera del ámbito familiar.
Fernando Simón también defendió el término alegando que si una persona está acostumbrada a celebrar las vacaciones con un vecino, debería poder seguir haciéndolo este año a pesar de las condiciones en las que nos encontramos.
Pero hay muchas voces que creen que ese término es demasiado ambiguo y que podría usarse para saltarse las restricciones, motivo por el que Andalucía no quiere incluir ese término en su normativa y lo substituirá por «agrupación familiar».
Se espera que las medidas se den a conocer a partir del día 10 de diciembre, después de la reunión de los responsables políticos para valorar los datos después del puente.
Cataluña frena su desescalada pero espera para decidir en Navidad
Cataluña tenía que entrar hoy en su fase 2 de desescalada, pero tuvieron que frenar sus planes ante el repunte de algunos índices epidemiológicos. Sus responsables anunciaron que el plan de Navidad era un plan independiente y que, en principio, no se vería afectado por la fase de desescalada en la que se encontrase la región.
Aun así, si la situación continúa girando como en los últimos días, se espera que la Generalitat anuncie su propio plan de Navidad y que incluya algunas medidas que ya defendieron antes de la reunión del Consejo Interterritorial, como mantener el toque de queda entre las 22:00 h y las 06:00 h también para Nochebuena y Nochevieja.
Galicia limita las burbujas de convivencia para las reuniones
Galicia fue una de las regiones que pidió a Sanidad un marco común de medidas por Navidad, pero después de aprobarlo en el Consejo Interterritorial siguen sin estar de acuerdo con alguna de las medidas, por lo que están planteando seguir su propio camino.
Para la Xunta, los 10 «allegados» son un «riesgo muy alto» de contagio, por lo que pretenden limitar las reuniones a un máximo de diez personas pero de dos únicas burbujas de convivencia, y recomendarán limitarlas a una sola. Es decir, como mucho, se podrían reunir familias que vivan en dos casas distintas.
El País Vasco y Cantabria quiere endurecer las medidas
Euskadi y Cantabria siguen siendo dos de las autonomías con la incidencia acumulada más elevada, y por eso quieren poder limitar algunas restricciones para que se adapten a la situación que vive la región.
El gobierno vasco ya ha mostrado su intención de decretar sus propias medidas y han advertido de que posiblemente se tengan que tomar medidas no contempladas por Sanidad. La intención es no confiarse y evitar que la situación vuelva a empeorar.
En el caso de Cantabria, fuentes de gobierno informaron que la idea es «quedarse siempre en el margen para la seguridad» respecto a las medidas decretadas por Sanidad, es decir, no suavizar nada más que lo que se propuso desde el ministerio.
Madrid marca su ritmo y quiere menos restricciones
La nota discordante, como viene siendo habitual, llega desde la Comunidad de Madrid, donde sus gobernantes se han mostrado partidarios varias veces de flexibilizar todavía más las medidas de Sanidad para Navidad.
El ejecutivo madrileño ya mostró su disconformidad con la obligación de cerrar perimetralmente y optó por pedir un toque de queda todavía más reducido para Nochebuena y Nochevieja. Además, quiere incluir el 5-6 de enero como fecha para permitir más personas en las reuniones sociales. Aun así, han aclarado que acatarán las decisiones de Sanidad y han publicado su propio plan, que incluye, entre otras cosas, la prohibición de celebrar las Campanadas en la Puerta del Sol.