primer plano de unas manos con guantes de látex manipulando una prueba pcr

David, el español que denuncia que le hicieron PCR y que no querían analizarla

El hombre explica que se contagió de Covid-19 y que diez días después su médico le recetó hacerse una nueva prueba

David Nicolás Yúfera es uno más de los casi 1,7 millones de españoles que ha sufrido Covid-19 desde el pasado mes de marzo y uno de los que tuvo que ser ingresado después de empeorar su estado. Después de recibir el alta y volver a casa, denuncia en 'Burgos Conecta' que su médico le hizo seguimiento y le instó a hacerse una nueva prueba PCR para confirmar que estaba libre del virus, pero su sorpresa llegó cuando la chica que le hizo la prueba le confesó que, siguiendo el protocolo, no se iba a mandar a analizar. 

Todo comenzó el pasado 8 de noviembre, cuando David, que vive en Burgos, sintió un dolor de cabeza y le subieron unas décimas de fiebre. «Trabajo de noche en el servicio de recogida de basuras y desde que empezó todo esto me cambio en el garaje de casa, no tengo contacto con nadie en el vestuario», explica. A pesar de eso, su mujer y su hijo también sufrieron la enfermedad, aunque de forma más leve que él. 

David explica que la noche que empezaron los síntomas la pasó «bien», pero cuando salió del trabajo, a las seis de la mañana, «le dio por pensar que estaba contagiado y que podía contagiar por alguien», así que fue al médico, le hicieron un test de antígenos y dio positivo. Los siete días siguientes los pasó en casa con fiebre muy alta, y después empezó a tener problemas para respirar y tuvieron que ingresarle en el hospital, donde estuvo otra semana más. Su mujer, que también se contagió, aunque desconocen quien fue el primero, también tuvo que ser ingresada, pero estuvo solamente en observación. 

Después de una semana en el hospital, con su condición clínica mostrando ya signos de mejora, David recibió el alta y su médico de Atención Primaria le hizo seguimiento para ver cómo evolucionaba desde casa. «Me ha afectado un poco los pulmones, ya llevo 10 días en casa después de salir del hospital, no sé aún qué secuelas tengo ni las que me quedarán», explica para el citado medio. 

Tanto su mujer como su hijo se recuperaron de la enfermedad y pudieron reincorporarse a su vida cotidiana tras una segunda prueba con resultado negativo, por lo que David pidió a su médico que le hicieran otra PCR: «Tengo a mi madre, que es mayor, y tengo que cuidarla. El médico de cabecera me dijo que sí, que él tenía previsto repetirme la prueba y me mandó el jueves 3 de diciembre para que me hicieran una nueva PCR», explica David. 

El protocolo marca 10 días para el fin del aislamiento sin prueba PCR

Su sorpresa llegó cuando, diez días después, pudo salir de casa para desplazarse hasta donde tenían que hacerle la prueba. La chica que le atendió le preguntó el motivo y él respondió que era enfermo de Covid, pero la chica le respondió que le haría la prueba, pero que no iban a mandarla a los laboratorios porque el protocolo indica que pasados diez días después de haber sufrido la enfermedad ya no hace falta.

David le explicó que su médico le había dado un volante para hacerse otra prueba, pero la chica insistió en que, a pesar de que le había realizado la prueba, no la iba a mandar a analizar. «Me puse un poco más nervioso, le pregunté que si eso le parecía bien y que si quería me podía quitar la mascarilla y empezar a toser y escupir por allí», explica David.

«Resulta que se están haciendo pruebas PCR que no se están enviando a analizar», concluye, pero lejos de quedarse conforme con lo que estaba pasando decidió volver a ver a su médico, quien le cambió el volante para añadir que era «cuidador de persona vulnerable», es decir, su madre. Gracias a eso, David sabe que su muestra se está analizando, pero sigue sin entender un protocolo que, para él, no tiene sentido. 

«Si tu médico de cabecera se preocupa por hacerte una segunda prueba, pero resulta que aunque te la hagan no te la analizan, ¿para qué las hacen? ¿Qué sentido tiene?», se pregunta. David sigue en casa esperando un resultado negativo que le permita salir tranquilo a la calle, sabiendo que no va a contagiar a nadie, porque conoce casos de personas que recibieron el alta y que, tras realizarse una prueba por su cuenta, los análisis  mostraron que todavía tenían carga vírica en su organismo.