Ha pasado casi una semana desde que Anna y Olivia, las dos niñas de 1 y 6 años desaparecidas en Tenerife, fueron vistas por última vez. No se sabe nada de ellas desde el martes, 27 de abril, y las escasas pistas que hay sobre el paradero de las pequeñas han llevado a la policía en ponerse en el peor de los escenarios.
Las autoridades llevan seis días trabajando de forma intensa para tratar de dar con el lugar en el que se encuentran Tomás Gimeno y las dos menores.
Pero la Guardia Civil no ha conseguido encontrar ningún indicio que pueda ofrecer alguna pista sobre donde pueden estar y esto les ha llevado a destacar como primera hipótesis el peor escenario de todos.
Dos hallazgos inquietantes
La Guardia Civil ha llegado a esta primera conclusión con las pocas pistas que se han encontrado sobre el caso.
Tomás Gimeno tendría que haber llevado a sus dos hijas de vuelta con su madre, Beatriz Zimmerman, el pasado martes, 27 de abril, a las 21 horas de la noche, pero no lo hizo.
El hombre sacó 70.000 euros del banco y después le envío un mensaje a su expareja en el que le dijo que se llevaba a las niñas y que no iba a volver a verlas nunca más.
Tomás fue grabado por las cámaras de seguridad del puerto embarcando en su barco la medianoche del martes al miércoles.
Su navío fue encontrado horas más tarde a la deriva cerca del Puertito de Güímar, pero no había rastro ni de él ni de las dos menores.
Sin embargo, este no fue el hallazgo más inquietante. Las autoridades localizaron sangre en el interior del barco y una silla de retención infantil flotando en el mar.
La sangre está siendo analizada ahora en un laboratorio para saber si pertenece a Tomás Gimeno o a sus hijas. Pese a que todavía se desconoce a quién pertenece, las autoridades no han descartado nada.
Orden de búsqueda internacional
Según han explicado algunas fuentes cercanas al caso a 'El Periódico', los investigadores se encuentran trabajando en este momento con la hipótesis de que el padre de las menores se habría deshecho de ellas tirándolas al agua y que después habría huido.
La Guardia Civil cree que el progenitor de Anna y Olivia podría haberse desplazado hasta otro país. Por este motivo, desde los juzgados han decretado el secreto de sumario y han impuesto una orden de búsqueda internacional por presunto delito de secuestro parental para intentar localizarle.
Para ello han compartido también una breve descripción de Tomás Gimeno y han pedido que cualquiera que pueda tener alguna pista sobre él o sobre las pequeñas se ponga en contacto de forma inmediata con la policía.
El padre de las niñas tiene 37 años, el pelo castaño, los ojos marrones, mide 1,85 metros de altura y es de complexión normal.
El optimista mensaje de la madre de las niñas
Pese a que las autoridades están barajando como primera hipótesis que Tomás habría terminado con las vidas de sus hijas, Beatriz Zimmerman se ha mostrado totalmente convencida de que Anna y Olivia están vivas y se encuentran bien.
«Mi mensaje es que envíen mucha luz y amor a las niñas, que estoy segura de que están bien», ha señalado la mujer en un mensaje publicado por 'Cope Canarias'. «Que no miren las noticias alimentando la mala energía, que todo el mundo piense que las niñas son una bonita luz que están protegidas y que cuando menos lo esperemos, estarán jugando y corriendo felices».