España se encamina a una nueva desescalada tras los indicadores de la pandemia que dan a entender que lo peor de la tercera ola ya ha pasado.
Ante esta mejoría gradual que se ha observado desde hace ya varias semanas, algunas comunidades autónomas han iniciado una desescalada gradual.
La Comunidad Valenciana, Galicia, Castilla y León o Castilla-La Mancha son las últimas que se han sumado a la flexibilización de las medidas restrictivas que tienen un objetivo claro: reactivar la economía de cara a Semana Santa.
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España se fija el objetivo '10 de diciembre', clave para la Semana Santa
Sin embargo, para llegar a un posible escenario en el que la situación epidemiológica permita flexibilizar ciertas restricciones de cara a Semana Santa, como puede ser la reapertura de la hostelería y permitir las reuniones sociales entre no convivientes, los datos tienen que reducirse hasta llegar al objetivo del '10 de diciembre'.
Aquel día fue cuando España notificó la incidencia acumulada más baja entre la segunda y la tercera ola.
A partir de ahí, los datos se dispararon sin control y se notificaron desde entonces 1.450.056 de nuevos casos positivos de coronavirus, que representa el 54 por ciento de los contagios totales desde la llegada de la covid-19 a España.
En las últimas semanas, la incidencia acumulada en los últimos catorce días ha ido decreciendo hasta llegar a la esperanzadora situación actual.
En solo unos meses hemos visto cómo la incidencia ha rozado de media los 900 casos por cada 100.000 habitantes, siendo la tasa de muchas comunidades autónomas superior a los 1.000 casos. Unas cifras que contrastan enormemente con los 218 casos que se han notificado de media en el territorio español en los últimos 14 días.
A día de hoy, estamos solo treinta puntos por encima de aquella cifra y la tendencia es descendente, por lo que todo hace indicar que en unas semanas se podría conseguir estar por debajo de las cifras registradas el pasado 10 de diciembre.
En este caso, se abriría una puerta para permitir los viajes durante la Semana Santa y así reactivar el turismo nacional durante una de las fechas de mayor consumo en nuestro país.
«La situación en España sería aceptable para viajar en Semana Santa si estamos en una incidencia acumulada de hasta 150 casos de coronavirus por 100.000 habitantes en 14 días», aseguraba Fernando Simón hace unas semanas.
Los expertos insisten en mantener cautela a la hora de flexibilizar restricciones
A pesar de que los datos son esperanzadores, el Gobierno ya ha advertido que está trabajando en un plan con restricciones para Semana Santa.
El objetivo es evitar que la situación se vuelva a descontrolar tal y como sucedió durante la Navidad cuando se relajaron las medidas para permitir las reuniones de allegados y familiares.
«Queremos aprender de los errores y el error fue tratar de intentar salvar la Navidad que ha desembocado en una tercera ola que está siendo brutal, y si no queremos que haya una cuarta lógicamente no queda otra que sacrificar la Semana Santa, no queda otra», señalaba recientemente Adrián Barbón, presidente del Principado de Asturias.
Además, los expertos siguen insistiendo en la necesidad de ir con cautela y no relajar las restricciones demasiado rápido.
Desde el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) han advertido recientemente que las restricciones deberían mantenerse como mínimo hasta verano, dando a entender su preocupación por la rapidez con la que algunos países quieren emprender la desescalada con el objetivo de llegar a Semana Santa.
«Flexibilizar prematuramente las medidas conducirá a un rápido aumento de la incidencia, detección de casos graves y mortalidad», señalaban desde el ECDC.
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