La Comunidad Valenciana ya está preparando una tímida desescalada después de ser una de las comunidades más golpeadas por la tercera ola de coronavirus. El rápido y sostenido descenso de los casos, hasta el punto de haber pasado de 1.459 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas el pasado 27 de enero hasta 176,09 casos el 24 de febrero, ha propiciado que la Generalitat empiece a valorar suavizar algunas restricciones, aunque Ximo Puig lleva días avisando de que será una desescalada lenta y «prudente».
En una comparecencia ante los medios este jueves, 25 de febrero, Puig ha confirmado que se permitirá la reapertura de las terrazas de los bares y restaurantes desde el próximo 1 de marzo. Lo harán con un máximo de cuatro personas por mesa, y siempre con el uso obligado de mascarilla excepto en el momento de la consumición. El horario de apertura estará limitado hasta las 18:00 horas y su aforo estará limitado al 75%, siempre cumpliendo con las distancias de seguridad.
También se relaja ligeramente la limitación en las reuniones sociales en espacios públicos, con un límite de cuatro personas, pero las reuniones en espacios privados siguen como hasta ahora.
Puig ha anunciado también que se acaba el confinamiento perimetral de los 16 municipios de más de 50.000 habitantes durante los fines de semana, aunque la medida no será efectiva hasta el próximo fin de semana, lo que significa que del 26 al 28 de febrero seguirán confinados de forma perimetral.
Los comercios también ven relajadas sus medidas con un aforo limitado al 50% y con horario ampliado hasta las 20:00 horas. Además, se permite la realización de deportes individuales o por pareja en instalaciones abiertas y competiciones profesionales, pero sin público.
También se reabrirán los parques y jardines públicos que hasta ahora habían estado cerrados, y se aumenta el aforo en los edificios y actos de culto hasta el 50%.
Además, Puig ha avanzado que el resto de medidas vigentes hasta ahora seguirán imponiéndose durante las próximas dos semanas, aunque ha admitido que podrían revisarse la próxima semana en función de la evolución de la situación en la Comunidad Valenciana.
Así, la Comunidad Valenciana en su conjunto seguirá cerrada de forma perimetral respecto con el resto de autonomías, y el toque de queda se mantiene también entre las 22:00 horas y las 06:00 horas.
El resto de medidas se prorrogan quince días más, pero se revisarán la semana que viene para evaluar el estado de la situación y por si fuera conveniente cambiarlas.
Petición de supresión de los días festivos
Además de todas estas medidas, Ximo Puig ha hecho una petición a los distintos ayuntamientos y gobiernos locales de la Comunidad Valenciana para que conviertan los días festivos de este mes de marzo en días lectivos, pensando especialmente en la festividad de Las Fallas. Para el presidente valenciano no tiene sentido que haya días festivos si no pueden celebrarse las festividades tradicionales.
Puig ha pedido prudencia a la población, y ha añadido que «estamos mejor, pero todavía no estamos bien», ya que sigue habiendo 320 personas ingresadas en las UCI de la Comunidad Valenciana, una cifra que implica que «son demasiadas».
En ese sentido, el presidente ha pedido que nadie se relaje y que no se busque, de repente, recuperar el tiempo perdido y una cierta normalidad. Ha añadido que la desescalada se tiene que hacer «asegurando bien cada paso y el siguiente». «No podemos dilapidar en unos días lo que nos ha costado tanto», ha detallado, alegando que las nuevas medidas se han tomado con «prudencia máxima y proporcionalidad».