Una pareja tomando una bebida en una terraza con mascarilla

La polémica petición que podría llevarse por delante los festivos de Semana Santa

La motivación detrás de esta petición sería evitar las celebraciones y que la población entre en una atmósfera festiva que lleve a relajar las medidas

La Semana Santa está, como se diría popularmente, a la vuelta de la esquina, y ya hay una gran parte de la población que empieza a pensar en qué podrá hacer y qué no durante esas fechas, muy dadas tradicionalmente a los viajes y la movilidad. 

Las autoridades españolas, tanto desde el Gobierno central como desde las comunidades autónomas, han alertado que empezar a pensar en la Semana Santa y en una relajación de medidas cuando todavía estamos en descenso de la tercera ola puede ser peligroso, y se han puesto de acuerdo la mayoría de ellas en pedir «prudencia» para evitar una desescalada que acabe provocando una cuarta ola. 

Además, la ministra de Sanidad avanzó que se está trabajando en un documento con medidas y restricciones comunes para todas las autonomías durante estas fechas. 

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La pregunta que muchos se hacen ahora es qué pasará en Semana Santa, porque son muchos días festivos, y el peligro a los rebrotes es real y tiene a la comunidad científica en vilo. Habitualmente, desde la Comunidad Valenciana suelen tener la oportunidad de «adelantarse» a la Semana Santa con las fiestas tradicionales de las Fallas, pero este año han sido suspendidas en todos los municipios y podrían sentar un precedente sobre qué pasará a finales de marzo y principios de abril.

Contar los días festivos como días lectivos y eliminar celebraciones

Este jueves, 25 de febrero, el presidente valenciano, Ximo Puig, ha pedido a los ayuntamientos que no celebren actos festivos en relación con las Fallas, y por lo tanto, si no hay nada que celebrar, ha pedido que esos días festivos se vuelvan días lectivos. Puig cree que no tiene sentido que haya días festivos si precisamente no puede celebrarse la festividad que les da la razón de existir. 

De ser así, esta opción podría repetirse también en Semana Santa utilizando la misma lógica: si no pueden celebrarse procesiones ni misas por las limitaciones de movilidad y aforo, y para evitar aglomeraciones, eliminar directamente esos festivos podría evitar que se cree una atmósfera festiva que lleve a la relajación de las medidas en muchas ocasiones. 

¿Es posible eliminar los festivos del calendario? A priori, el calendario laboral español para este 2021 cuenta con once días festivos, ocho de ellos en todo el país y tres más que las comunidades pueden mantener en sus fechas o desplazar a otros días. Es lo que ocurre en muchas zonas, por ejemplo, con el jueves santo, que en varias comunidades no se celebra para poder festejar el lunes de Pascua. 

En cualquier caso, en Semana Santa hay dos días festivos en todo el país: el Viernes Santo, en todas las comunidades; y el Jueves Santo o el lunes de Pascua, en función del territorio. La petición de Puig, si se lleva a nivel nacional para esas fechas, implicaría eliminar dos festivos del calendario o trasladarlos a otras fechas posteriores. 

Este movimiento sería posible, pero otra cosa sería ver cómo se lo toma la población. Además, el hecho de que no se haya cambiado ninguna festividad hasta ahora, con confinamiento o sin él, hace pensar que la petición de Puig se va a quedar simplemente en eso, en una petición que no irá más allá. 

Otras autonomías piden unificar medidas en Semana Santa

Aun así, el presidente valenciano no es el único que ha planteado una acción similar. Desde Castilla y León, su vicepresidente, Francisco Igea, ha defendido este jueves que la Junta pretende «hacer como que no hubiera Semana Santa», es decir, contar como que no hay días de fiesta ni motivos de celebración, y por ello, no imponer unas restricciones concretas durante estas fechas. 

Su anuncio va en línea de lo anunciado ayer por Carolina Darias sobre un posible documento que incluya medidas generales para toda España durante la Semana Santa, y así evitar que cada territorio establezca unas restricciones u otras. 

Es la misma línea que defiende también Miguel Ángel Revilla, el presidente de Cantabria, que ha criticado este jueves la posibilidad de que en Semana Santa haya comunidades abiertas y otras cerradas, como ya pasó en los puentes de noviembre y diciembre.

Revilla cree que todas las comunidades deben «ir de la mano», ya sea para que se levanten los confinamientos perimetrales y favorecer los desplazamientos e impulsar el turismo nacional; o para que todas se mantengan cerradas para evitar una cuarta ola y la expansión de las variantes de Covid-19. 

El presidente de Cantabria se ha referido, concretamente, a Isabel Díaz Ayuso, aunque sin referirse directamente a ella, señalando que confía que «nadie» adopte «una decisión distinta a las demás» solo porque puede hacerlo. «En España, hay algunas comunidades autónomas que basta que diga una cosa el Gobierno de España, para que ellos digan la contraria. Todos sabemos a quién me estoy refiriendo», ha matizado.