La población mayor de 18 años recibirá la tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus. En un primer momento estaba pensada para el grupo de más de 40 años, pero Sanidad ha optado por ampliar su administración. Con el paso de las semanas se han ido conociendo nuevos detalles sobre los efectos secundarios que provoca el pinchazo de refuerzo.
Para poder recibir la nueva inyección es preciso que haya un margen de al menos cinco meses entre cada una de las dosis. Inicialmente se preveían seis meses, como informó la ministra de Sanidad, Carolina Darias.
La tercera vacuna contra la COVID-19 ya se ha inoculado a más de 16 millones de personas. Estas nuevas medidas se acordaron en la Comisión Nacional de Salud Pública. También aprobaron que se facilite la cuarta inyección a las personas inmunodeprimidas.
Como se ha demostrado con el paso de los días, estos fármacos presentan una serie de efectos secundarios. Suelen ser leves, aunque son muchas las personas que los han sufrido sobre todo tras esta última inyección de refuerzo contra el COVID-19.
Incluso se pueden extender estas secuelas al grupo de población de menos de 12 años. En su caso, según el último informe de Sanidad, el 38,3% de los niños ya han recibido la primera vacuna. El objetivo es que se alcance el 70% a partir de la segunda semana de febrero.
Si algo había preocupado a los ciudadanos durante los últimos meses era la continua administración de dosis en un corto periodo de tiempo. Muchos de ellos comprobaron en sus carnes como sufrían reacciones adversas.
Los 10 efectos secundarios detrás de la tercera dosis
En esta tercera vacuna, los efectos secundarios más comunes con Pfizer son dolor de cabeza, con un 33%; fatiga; cefalea, un 23%; y mialgia (17%). Tal y como recoge el informe de la Agencia de Medicamentos y Productos Sanitarios, también surgen otros síntomas, todos ellos de carácter leve o moderado.
Suelen ser dolor en la zona de vacunación, malestar, fatiga, náuseas, astenia, linfadenopatía y escalofríos. Por lo general, estos problemas no suelen alargarse más de los dos días.
En lo que se refiere a la vacuna de Moderna, los efectos secundarios, suelen ser bastantes parecidos con este tercer pinchazo. Las incidencias que más se repetían solían ser por fiebre, en el 45% de los casos; cefalea, con un 26%; y mialgia, con un 20%.
Otros de los síntomas que se recogen en el estudio son dolor en la zona de la inyección, malestar, escalofríos, fatiga, náuseas y astenia.
En estos momentos, la de refuerzo se está administrando a las personas de entre 35 y 39 años. Muchos de los que habían sido vacunados con Pfizer anteriormente han visto como les variaban la farmacéutica. La inyección de refuerzo que reciben es de Moderna.
El motivo que explica esto es que las primeras suelen destinarse al grupo de menos de 12 años.
Efectos secundarios leves en la tercera vacuna
Los expertos aseguran que vacuna es el mejor remedio para plantarle cara al COVID-19. Y más en estos momentos en los que los contagios aumentan sin freno en todo el país. Los efectos secundarios son mínimos comparados con la protección que nos pueden aportar las vacunas.
Está comprobado que se tratan de molestias leves o moderadas, que desaparecen por lo general en un plazo de 48 horas. Se reflejan con fiebre, malestar y dolor de cabeza.
La cuarta dosis, por su parte, ya se está inoculando a las personas inmunodeprimidas. Son aquellas cuyo sistema inmunológico no tiene la capacidad de producir una respuesta adecuada a los virus y bacterias. Por ello reciben tratamientos con inmunosupresores.
En función de cómo evolucione la pandemia, esta nueva vacuna de refuerzo se ampliaría al resto de ciudadanos. Pero para ello habría que esperar unos cuantos meses aún.