La relación de Rocío Flores con Rociíto cada vez es más distante. Ha llegado a tal punto que parece muy complicado que algún día vuelvan a verse las caras. "La puerta con mi madre está cerrada", señalaba hace unos días en El programa de Ana Rosa.
La situación ha "tocado fondo", señalaba visiblemente rota. Entre lágrimas admitía que ya no podía más con lo que estaba ocurriendo. No era capaz de afrontar todo el revuelo mediático que se había generado en torno a ella y su familia.
Rocío tuvo que hacer frente en su día a la docuserie de su madre, en la que Antonio David salía muy mal parado. Han sido muchos los comentarios y rumores que han rondado sobre su círculo más próximo en el último año. Eso le ha llevado a una situación límite.
En su última aparición en el espacio de Telecinco rompía a llorar ante el asombro de los espectadores. Fue una escena que llamó bastante la atención de los tertulianos de Ya son las ocho. No entendían como previamente había aparecido mostrando una sensación de entereza y atacando a Rociíto.
Para conocer un poco mejor lo que podría estar sufriendo decidieron contar con la colaboración de una psicóloga. Lara Ferreiro se encargó de analizar sus comportamientos. Aseguró que el pasado jueves, cuando no pudo contener las lágrimas, estaba mostrando "su verdadera cara, que es cuando te derrumbas".
Consideraba que la posición de defensa que podía adoptar en otras ocasiones formaba parte de otra "de sus caras". A consecuencia de las vivencias del pasado considera que podría sufrir un "trastorno disociativo". Se trata de la respuesta que ofrece el cerebro a los "traumas" por la que los recuerdos se ven "anestesiados".
Eso le "impide procesar sus emociones", apuntaba. Según su punto de vista, Rocío Flores podría padecer "el síndrome de las falsas memorias". Esto ocurre cuando uno de los dos padres cuenta una mentira tantas veces a su hijo que la llega a hacer verdad.
También se hicieron eco de la situación que tiene con su padre, que definieron como una "relación-fusión", con "la misma identidad". Por eso le recomienda que encuentre la suya propia. A partir de ahí, debería centrarse en diferenciar la relación entre sus progenitores y la que ella tenga con cada uno de ellos.
La profesional se refirió a las consecuencias que tiene el "proceso de triangulación", en donde los hijos permanecen en el medio de sus personas. Al posicionarse de manera evidente con su padre, le recomienda que acuda a terapia. De esta manera tendría la capacidad de "distinguir entre la verdad y la mentira", algo que le provoca el síndrome de las falsas memorias.
La relación de Rocío Flores con Rociíto, a peor
Rocío Flores no encuentra solución al problema que atraviesa con su madre. Ninguna de las dos partes ha movido ficha para conseguir cambiar la situación. Con ella ha adquirido una "relación isla", con posturas muy distantes.
La psicología entiende que precisarían de una "terapia familiar o un mediador" para recomponerla. En cualquier caso, ya advierte de que "será muy complicado" que haya ese acercamiento tan deseado.
Considera que para la reconciliación solo hay una solución. Sería ponerse en manos de especialistas de forma individual para superar dichos traumas. A continuación llegaría la "reparación pública y en privado".
Lo último que le esperaría a Rocío Flores sería conocer las consecuencias psicológicas que ha tenido todo esto en su vida. La mala relación con su progenitora le ha pasado factura en este tiempo, aunque muchas veces no se quiera admitir.