Muy pocas personas sabían el pasado martes que Ana Rosa Quintana había sufrido una recaída de su cáncer. Los días anteriores se había mostrado con mucha naturalidad, como si no ocurriera nada. Nadie sospechaba que la enfermedad hubiera llamado de nuevo a su puerta.
Después del puente de Difuntos encuentra el momento de adecuado para comunicarlo. Este pequeño bache le obligará a apartarse de la televisión durante un tiempo. Sin lugar a dudas, se enfrenta a una de las decisiones más complicadas de su carrera.
Ana Rosa se olvidará durante un tiempo de los madrugones, el público y la fama. Quiere centrarse en lo realmente importante, su salud. Tampoco tiene intención de descuidar a los pilares de su vida: su marido y sus hijos.
El martes tuvo la ocasión de leer su último editorial, en donde las palabras le iban saliendo del corazón. Se encargó de redactarlo durante el puente de todos los santos, y posiblemente haya sido el texto más complicado de escribir.
Antes de compartirlo con sus compañeros de redacción se lo entregó a su director, subdirectores y al realizador Iñaki. Este último salió del despacho muy triste, con la mirada perdida. Esto pone en alerta al resto de miembros del equipo.
Sabían que estaba pasando algo grave, "pero nunca imaginamos que fuera un cáncer", explican impactados por la noticia. Aseguran que no sabían nada.
"La semana anterior hubo movimientos de jefes, pensábamos que quizás habría cambios de organización", relatan. Veían a Ana Rosa "bien, profesional y simpática como todas las mañanas".
Tras realizar su anuncio, la jefa recibió un cálido aplauso por parte de sus compañeros. Reconocen su gran labor al frente del espacio, sin olvidarse del buen trato que les dispensa siempre.
La periodista, al frente de las mañanas de Telecinco durante 17 temporadas, trataba de seguir siempre la misma rutina. Sin embargo, el anuncio que iba a dar le obligó a cambiar de planes.
Ana Rosa suele llegar a las 07:00 todos los días, dirigiéndose a la sala de reuniones y saludando a los compañeros de camino. Siempre hay lugar para algún pequeño chascarrillo o broma sobre lo que les espera o lo que deparó el día anterior.
Repasan la escaleta y establecen los contenidos que protagonizarán el espacio. Ella es la capitana y asume toda la responsabilidad. En los últimos meses ha reforzado su liderato, con un 21,4% de share y 616 000 espectadores.
Se aparta durante un tiempo, de forma indefinida, dejando el programa en lo más alto. Confía en que la audiencia no les dé la espalda. Deja su formato en manos de grandes profesionales como Joaquín Prat, Patricia Pardo y Ana Terradillos.
Ana Rosa tardará unos meses en volver
En verano ya se ocupan de reemplazarla con buenos resultados, así que se puede marchar tranquila. Ana Rosa Quintana no ha querido fijarse plazos de recuperación, pero sus compañeros confían en "tenerla de vuelta en ocho meses". Eso si todo sale bien.
Esto significa que volvería para acabar la temporada en junio o para comenzar el próximo curso en septiembre.
El día que anuncia su retirada temporal, la periodista trata de reunir a su gente de confianza. Entre ellos se encuentran su hermano Enrique, la secretaria de prensa y Xelo Montesinos, su socia en la productora.
Quería que su equipo se enterara antes que el público. Una vez que salió del despacho de los directores reunió a los redactores. Les dedicó unas palabras emotivas, en donde no faltó la positividad y hasta se atrevió con alguna broma.
Una vez que se hace pública la noticia, el teléfono no deja de funcionar. Muchos rostros conocidos, entrevistados y gente de la televisión quieren transmitirle su apoyo.
Políticos de todas las formaciones, tanto de izquierdas como de derechas, no dudaron en arroparla en estos momentos. Aseguran que las muestras de ánimo llegaron incluso desde Moncloa.
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