Con serenidad y templanza, como suele ser habitual en ella, comparecía este martes ante sus espectadores Ana Rosa Quintana. Modificaba el guion del programa para anunciar que padece cáncer de mama. Una enfermedad que le llevará a apartarse de la primera línea durante un tiempo.
La actualidad, por un día, la protagonizaba ella después de 17 años liderando las mañanas de Telecinco. Su revelación causó mucha sorpresa entre los espectadores, que no esperaban esta confesión. Y es que la enfermedad no entiende de nombres ni de profesiones.
Ana Rosa compareció de blanco, el color de la suerte con el que siempre inicia sus temporadas televisivas. Ahora comienza una nueva etapa, pero en su vida. Tiene la certeza de que volverá a superar el cáncer que ya asomó en 2010.
Soltó un mensaje de esperanza, nada lacrimógeno y con la tranquilidad de saber que todo iba a salir bien. La experiencia de los años y de haber superado la enfermedad en su día le permiten ver la situación desde otro punto de vista.
Desde el entorno de la presentadora aseguran que "está tranquila y fuerte". No dudan de que "lo va a conseguir". Es el sentimiento que transmiten, además, sus seres más próximos.
En ningún momento le falta el apoyo de su marido, Juan Muñoz, y de sus hijos pequeños, Jaime y Juan. Los mellizos ya tienen 17 años, y guardan una relación muy estrecha con su madre. Otro pilar esencial en su vida es Álvaro, el hijo que tuvo en común con Alfonso Rojo.
Entre todos ellos tratarán de que la recuperación sea lo más rápida posible. Ana Rosa siente en todo momento el cariño de los suyos.
Cuando se acuerda de sus allegados, también tiene palabras de agradecimiento para su nuera, Ana Villarubia. Esta psicóloga, con varios años de profesión a sus espaldas, aporta templanza y posiblemente le resulte de gran ayuda.
Ana Rosa se enfrenta de nuevo al cáncer, pero lo hace con otro ánimo. En aquel momento sintió mucho "miedo", como había reconocido. El hecho de haberlo superado en una ocasión le permite afrontar esta situación de una manera más relajada.
En 2010 trató de mantener en secreto su enfermedad. Y así lo consiguió. Al cabo de ocho años desveló que había sufrido cáncer de mama y dio los motivos por los que guardó silencio.
Sus hijos todavía eran pequeños y su madre, Carmen Hortal, todavía vivía. Se prometió que no haría pública dicha noticia hasta que falleciera su progenitora, a la que no quería causarle un disgusto.
Ahora ha querido afrontar la situación de otra manera. Lo ha comunicado desde el primer día, posiblemente para evitar posibles especulaciones u otras interpretaciones.
Ana Rosa se centra en el tratamiento
Aunque se retira de la televisión de manera temporal, tiene previsto continuar trabajando. Lo hará detrás de las cámaras y centrándose un poco más en la productora que dirige.
Ana Rosa Quintana tenía claro que el estrés diario del programa matutino resulta incompatible con la recuperación del cáncer.
Deja el espacio en manos de sus compañeros Joaquín Prat y Patricia Pardo. Estos dos, al igual que el resto de miembros del equipo, recibieron la noticia con mucha rabia. No contaban con una recaída de la enfermedad.
La presentadora centrará todos sus esfuerzos en luchar contra el tumor. Para ello tendrá el apoyo de sus seres queridos, que no la dejarán ni un segundo sola.
No han querido desvelar los plazos de recuperación, aunque podría volver para después de Semana Santa. Tampoco se descarta que espere a septiembre. Todo dependerá de la evolución y de cómo se encuentre del tratamiento.
En esta ocasión quiere tomarse el asunto con más calma. Antepone su estado de salud a todo lo demás.
El vídeo del día: