La familia de David Flores Carrasco no está viviendo su mejor época. Desde que Rocío Carrasco rompió su silencio, las cosas han ido de mal en peor para Antonio David Flores y sus hijos. A ello hay que sumar la reciente ruptura matrimonial entre el excolaborador de Sálvame y Olga Moreno, que tampoco ha ayudado mucho.
¿Un matrimonio roto?
Los problemas que en su día tuvieron Rociíto y Antonio David Flores como marido y mujer los están pagando ahora sus hijos, David y Rocío.
Desde que la primogénita de Rocío Jurado desveló el infierno que habría vivido junto a su exmarido, todo lo que rodea al ex Guardia Civil ha saltado por los aires. Esto ha afectado incluso a su matrimonio.
Recientemente Olga Moreno y su marido decidieron poner fin a su relación de más de dos décadas juntos. Las declaraciones de Rociíto unidas a las supuestas infidelidades de Antonio David Flores hicieron mella en el matrimonio que a día de hoy se desconoce qué futuro tiene.
A pesar de que Antonio David confirmó públicamente que lo suyo con Olga Moreno no había aguantado los últimos acontecimientos, parece que existe la posibilidad de que se reconcilien. Como ninguno de los protagonistas quiere pronunciarse sobre este asunto, es Rocío Flores la que tiene que hacer frente a multitud de preguntas que están a punto de saturarla.
Rocío Flores, cansada de preguntas para las que no tiene respuestas
Rocío Flores no ha parado de ser objeto de críticas por la defensa que hace de su padre. La joven da la cara por él siempre que puede, pero está a punto de explotar y es normal.
La hermana mayor de David Flores está cansada de cargar con todos los problemas familiares. Y es que al trabajar en televisión es la cara visible de la familia. Ella es quien se come los marrones quiera o no y eso la tiene agotada física y mentalmente.
Esta semana, la joven se mostraba visiblemente cansada a su llegada a Madrid. De hecho, cuando los reporteros le preguntaron sobre la posible reconciliación entre su padre y Olga Moreno la joven se mostró de lo más escueta y molesta.
"No tengo nada que decir. Eso es una cosa de ellos y lo tendrán que decir ellos, no yo", sentenció.
Además, tampoco fue mucho más expresiva a la hora de responder sobre la posibilidad de que la supuesta expareja viviera por separado: "No lo sé".
En cuanto a si su progenitor hará alguna declaración sobre el asunto, la joven aseguró no saberlo. Rocío considera que deberían preguntarle a él para confirmar o desmentir los rumores, aunque admite que está “todo el día para arriba y para abajo" muy ocupado.
Está claro que la joven lo único que quiere es dejar de ser el centro de atención. Su relevancia mediática le está haciendo pasar momentos de lo más complicados.
La novia de Manuel Bedmar no es la protagonista en toda esta historia, son su padre y Olga. Por eso, no tiene las respuestas que todos quieren escuchar y quiere que los reporteros la dejen en paz. No puede más y esto ha sido visible ya en sus últimas apariciones en la pequeña pantalla.
De hecho, hace tan solo unos días la joven se rompía a llorar en el programa de Telecinco en el que colabora. No podía con la situación y es normal que a estas alturas le supere. Son muchos meses cargando problemas a las espaldas y eso termina por salir por algún lado guste o no.