Ortega Cano no atraviesa por su mejor momento. Hace unos días comprobó como Rocío Carrasco arremetía contra él de una forma muy dura. Confesaba, entre otras cosas, que si pudiera borraría al torero de su vida.
En sus palabras volvió a rescatar uno de los episodios más delicados en la vida del viudo de su madre. Se trataba del fatal accidente que sufrió en mayo de 2011 y en el que perdería la vida un hombre. "Yo nunca he tenido un comportamiento ni ilegal ni delictivo", empezó diciendo Rociíto.
Continuó arremetiendo contra Ortega Cano. "Yo no conduzco, yo no bebo, yo no cojo coches", en alusión a él. Durante la última entrega de Montealto aseguró que "ya quisiera que mi comportamiento irregular lo hubiera tenido mucha gente de su casa".
Hay muchas maneras de interpretar este mensaje, pero todo apunta a que las balas van dirigidas hacia el diestro. Pero también a su hermano José Fernando, que se encuentra ingresado en un centro psiquiátrico desde hace cuatro años. Allí se recupera de un problema de adicciones.
Las reacciones no tardaron en llegar y Ana María Aldón fue la primera en trasladar un mensaje de calma. "Me ha dicho: «Estoy muy tranquilo. Tengo la conciencia muy tranquila»" aseguraba.
La intervención de la hija de la Jurado fue la más dura que se recuerde contra el que había sido marido de la cantante. En un primer momento se pensó que podría haber un intento de acercamiento por ambas partes. Hace unas semanas la esposa de Fidel mandó a la casa del torero una serie de recuerdos del pasado que tenían como destinataria a Gloria Camila.
Aquello fue interpretado por muchos como un gesto que podría conducir a la reconciliación. Pero si en algún momento existió esa posibilidad, se acabó esfumando el pasado viernes con estas palabras tan críticas.
Ortega Cano no contaba con esta reaparición de Rociíto. En las últimas horas se le ha podido ver con el rostro muy serio, sin poder disimular el abatimiento. Tuvo que hacer frente a las preguntas de los periodistas, interesados en conocer su opinión respecto a los comentarios vertidos hacia su persona.
Llegado el momento, cuando se disponía a entrar en el coche reaccionó visiblemente molesto. "¡Déjeme tranquilo!, soltó un tanto alterado. La situación no es la mejor para él, que no encaja bien este tipo de críticas.
Sabía que estaba en el punto de mira de Rocío, pero no pensó que los primeros ataques llegarían por ese lado. En más de una ocasión ya le había amenazado con rescatar detalles de la relación que mantenía con su madre en los últimos años. Para ello se amparó en unos manuscritos que había dejado la cantante.
Hace semanas ya se filtró que Ortega Cano se había negado a pagarle el tratamiento de la enfermedad en Houston. Algo que no fue bien recibido en su día por la Jurado. Finalmente, dicho coste corrió a cargo de la hija de la chipionera.
Ortega Cano recibe una buena noticia
Pero no todo son malas noticias para Ortega Cano. Regresa a los ruedos, pero no para ponerse delante de un toro. Lo hará como apoderado del novillero Álvaro Burdiel, una joven promesa de la tauromaquia.
Se muestra encantado con esta nueva faceta. "Bueno, no eran ganas, ha sido una cosa improvisada", señalaba. Entendía que "ha venido bien y estoy muy contento".
Se deshace en elogios hacia su pupilo. "Como persona es de una familia estupenda, sus padres, su hermano. Son una familia encantadora", destacaba a los medios.
Ortega Cano apunta que "me encanta su forma de torear y me ilusiona mucho". De esta manera conseguirá implicarse de nuevo en un mundo que le apasiona y que le permitirá mantener la cabeza ocupada.