El 25 de enero de 2022 será una fecha difícil de olvidar para Juan Urdangarin. Todo parecía que sería un día tranquilo para él, pero por la tarde le llegó una información que salpicaba de lleno a su familia. Se le iba a caer la venda de los ojos con su padre, la persona a la que tanto admira y que le ha decepcionado unas cuantas veces.
Hace un mes la familia se enteraba de que al día siguiente una revista publicaría unas fotos de Iñaki en compañía de una mujer. Les cogía desprevenidos, principalmente porque no estaban al tanto de esa relación. Pasaron de la tristeza a la desesperación en cuestión de horas.
Juan y el resto de hermanos no podían creerse lo que estaban viendo. El exduque de Palma de la mano de otra chica que no era la infanta. A partir de ahí han tenido que hacer frente a todo un espectáculo mediático.
El punto de mira también se ha situado sobre ellos. Los medios han querido conocer cómo han encajado dichas imágenes, pero en todo momento han tratado de ser muy discretos.
Cristina tiene claro que no hay opciones de reconciliación y lo único en lo que piensa es en el divorcio, recoge Lecturas esta semana. "Voy a divorciarme, he dejado de quererle", señalaba.
Aclaraba que seguía llevando el anillo de compromiso porque "respeto la institución del matrimonio". Lo seguirá portando hasta que no se separe de manera definitiva. En cualquier caso, sabe que ella no tiene nada de lo que avergonzarse.
Así le negaba a su todavía marido la posibilidad de volver a estar juntos. Desvelaba que ha dejado de amarle y que está dispuesta a pasar página. Atrás deja una etapa muy convulsa a su lado.
No consigue olvidarse del apoyo que le prestó durante el proceso del 'caso Nóos'. Un día tras otro aseguraba que no sabía nada de los negocios del exduque de Palma. Ese respaldo le llevó a romper relaciones con su hermano y Letizia.
Fue un periodo muy duro para sus hijos, pero sobre todo para Juan Urdangarin. Siempre lo han considerado como el más sensible de todos y nunca pudo quitarse de la cabeza la imagen de Iñaki entrando en prisión.
Pero pasado el tiempo la situación ha cambiado de manera radical. El exjugador de balonmano ha sufrido una profunda transformación tras permanecer en la cárcel. Se le ve más distanciado de los suyos, refugiándose sobre todo en sus hermanos y su madre en Vitoria.
La relación con la infanta no es que fuera demasiado bien, pero trataban de mantener las formas en público. Se dejaban ver de vez en cuando en los partidos de Pablo y poco más. Los encuentros fueron contados desde que obtuviera la libertad.
Hubo un momento en 2013 en el que Cristina decidió no perdonar más a su marido. Fue durante el juicio del 'caso Nóos'. Sentada en el banquillo de los acusados "presenció como unos mails subidos de tono desvelaban una infidelidad" de Iñaki.
Juan Urdangarin prefirió mirar hacia otro lado
Juan Urdangarin era muy joven cuando salieron a la luz los mensajes que le dedicaba el exduque de Palma a su amante. En aquel momento el matrimonio decidió resolver el problema en la intimidad. Pero la situación tampoco resultó nada agradable para los chicos.
Siempre tuvieron mucha admiración por el progenitor, pero en este conflicto sabían que la gran perdedora era Cristina. Era la que tenía que soportar los continuos engaños y mentiras por parte de Iñaki. En aquel momento consiguió convencerla para que le perdonara.
Se había mostrado muy arrepentido y le aseguró que aquello nunca más volvería a repetirse. Todo eso llorando y visiblemente afectado, aseguran.
Pero ahora han comprobado que eso era una farsa. Juan Urdangarin y la infanta se sienten engañados. Sobre todo tras enterarse por la prensa de las fotos con Ainhoa Armentia y por mantener esa relación paralela durante varios meses.