Las navidades parecían que iban a ser muy tranquilas en Zarzuela. Letizia y Felipe evitaron en el último momento el regreso de Juan Carlos, que tenía previsto pasar las fiestas con su familia en España.
Finalmente, Letizia y el rey consiguieron convencerle de que esa opción no era la más adecuada. Sobre todo en un momento tan convulso en España, en donde la monarquía vuelve a estar en entredicho. Y en gran medida gracias a las polémicas que ha protagonizado el emérito en los últimos tiempos.
Pero Letizia no consigue salir de su asombro. Se acaba de conocer que una persona muy próxima a su suegro está en busca y captura internacional. Se trata del mercader de armas hispano-libanés Abdul Rahman El Assir.
Tiene una orden de búsqueda por parte de la justicia tras no presentarse a un juicio por defraudar 14,7 millones a la Hacienda española. Tal y como recoge El País, lleva unos meses en Abu Dabi, donde acompaña a menudo a Juan Carlos. Se les ha podido ver juntos en más de una ocasión en el complejo privado en el que reside este último.
Pero la relación entre ellos no es nueva. Mantienen una buena amistad desde la década de los ochenta.
Ambos se declaran apasionados de la caza y tienen un grupo de amigos en común. Al parecer, el trato se "había enfriado" con los años, pero "en la soledad de ambos en Abu Dabi se ha vuelto a reforzar".
Se trata de una amistad de más de 30 años que "nadie ha conseguido evitar", señala una fuente al diario. Algunos sospechan que El Assir utilizaría a Juan Carlos como "escudo" debido a sus problemas con la justicia.
Como es lógico, Letizia se desmarca de las actividades y amistades del padre de Felipe. Un portavoz de Zarzuela asegura que su vida privada ya no depende de la Casa Real. Por su parte, su abogado, Javier Sánchez Junco, rechazó dar explicaciones al respecto.
Este comerciante de armas, de 71 años, ha desempeñado un papel relevante en las exportaciones militares españolas de las últimas décadas. Sin embargo, desde hace tres años se desconoce su paradero. El 4 de octubre de 2018 tenía que presentarse en el juzgado por un millonario fraude a la Agencia Tributaria, pero no lo hizo.
Esgrimió que se encontraba enfermo en Suiza, lo que le permitió retrasarla vista oral un mes. Precisamente en el país helvético se acabó asentando tras conocerse sus problemas con Hacienda. Se le volvió a llamar en otras tres ocasiones, pero nunca se presentaba a los requerimientos de los jueces.
Ante los continuos plantones y las excusas sin sentido de su letrado, decidieron dictar una orden de búsqueda y captura internacional. Dicha petición "fue dictada y sigue presente", señalan.
Letizia trata de desmarcarse de Juan Carlos
Letizia no quiere que nada pueda manchar la imagen ya deteriorada de la institución. Por eso se desmarca siempre de las actividades del rey Juan Carlos. Solo desea que la justicia cumpla con sus obligaciones.
La Fiscalía reclama para el amigo de Juan Carlos una condena de ocho años de cárcel y el pago de 90 millones. Casi 74 corresponderían a una multa y otros 15 a la indemnización a la Agencia Tributaria.
Se le acusa de haber "omitido de manera consciente" ganancia de más de 31 millones de euros. Tampoco realizó la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Además, empleaba sociedades instrumentales en paraísos fiscales para ocultar su fortuna.
El posible regreso del monarca a España, que en principio estaba previsto para dentro de unas semanas, puede verse alterado. Letizia y el resto de miembros de Zarzuela no están por la labor de que vuelva.