Bárbara Rey ha vuelto a estar de actualidad en una semana realmente convulsa para ella y para Juan Carlos I.
Mientras que el rey emérito era fotografiado por Diego Arrabal junto a una mujer en Abu Dabi, la vedette volvía a protagonizar numerosos titulares en la prensa del corazón. No solo por su posible comparecencia frente al Senado para hablar sobre su relación con el padre de Felipe VI, también por su supuesto romance con el cómico Bigote Arrocet.
El ex de María Teresa Campos y la madre de Sofía Cristo habrían empezado una relación tras varios meses de amistad surgida a raíz del concurso Secret Story.
Ambos acudieron juntos a una fiesta organizada por Clara Tena, directora de la revista Madrid Magazin, y rápidamente empezaron a circular los rumores. Aunque, de momento, ellos se niegan a confirmar la noticia y algunas fuentes, entre ellas la propia hija de la vedette, señalan que tan solo son amigos.
Sin embargo, también son muchos los que creen que se trataría de un montaje de la pareja. Todo con el objetivo de aprovechar la actual repercusión mediática que está teniendo Bárbara Rey por su antigua relación con el emérito.
"Una vedette de verdad siempre echa de menos los focos. Ese es el momento en el que está Bárbara. Con hambre de focos y, todo sea dicho, de facturación", decía Alessandro Lequio en El Programa de Ana Rosa.
Los detalles más íntimos de la relación entre Bárbara Rey y Juan Carlos I
Aprovechando el revuelo mediático, la periodista Pilar Eyre ha querido profundizar en el tema y revelar algunos detalles ocultos de la relación de Bárbara Rey con Don Juan Carlos.
La comunicadora especializada en la monarquía ha dedicado su última columna de Lecturas para aportar nuevas informaciones a todo lo que ha trascendido en los últimos 40 años.
Según la experta en temas de la Casa Real, la pareja se habría conocido a mediados de los años 70 gracias a la mediación de un conocido político. Fue el expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez, quién actuó de celestino.
"Señor, os presento a una amiga, Bárbara Rey. Es de Totana y actriz, pero tiene mucha clase", habrían sido las palabras escogidas por la figura más emblemática y decisiva de la Transición política española.
Inmediatamente, Bárbara y Juan Carlos quedaron prendados el uno del otro. Especialmente en el caso de la vedette, cuyo flechazo fue instantáneo y "cayó enamorada" sin poder evitarlo.
Tras conocerse, ambos empezaron a coincidir en otros eventos y a reunirse clandestinamente en lugares privados para sus encuentros íntimos.
Pilar Eyre relata los fugaces encuentros íntimos del rey emérito con Bárbara Rey
El entonces monarca no dudaba en escaparse siempre que podía a la casa que ella tenía en Boadilla del Monte (Madrid). La vedette siempre lo invitaba cuando sus hijos estaban fuera al cuidado de su padre, Ángel Cristo.
"Sábado por la noche de un día de invierno de 1994. En el chalé de Bárbara Rey, el Vega Sicilia está a 17 grados. Ha puesto dos copas y un plato de Jabugo. Los Cohiba, en su caja metálica (....) Ella está sola, esperando a su amado. (…) El hombre al que está esperando, su amor desde hace ya 16 años, es el rey de España", relata Pilar Eyre con su habitual estilo narrativo.
Sus encuentros fueron frecuentes, aunque a veces también fugaces. El tiempo del que disponían no siempre era amplio y aprovechaban para verse "dos o tres horas en el chalé de un amigo cerca de la Zarzuela".
Además, la periodista señala que ella muchas veces acompañaba a Juan Carlos I de viaje y se colaba con total discreción en los hoteles donde se hospedaba. "La metían en la habitación del hotel y entonces la noche no tenía fin", añade Eyre.
La relación entre ambos marchaba viento en popa, pero todo se torció con la aparición de Marta Gayá en la vida del monarca. Según cuenta la periodista, Bárbara Rey "quería ser la única amante y había muchas otras".