Kiko Hernández vive por y para sus hijas. Todo el tiempo libre que tiene lo dedica a estar con ellas. Desde que estrenó la paternidad, en algún momento se ha replanteado su vida, especulándose una posible salida de Sálvame.
Sus apariciones en televisión le impedían conciliar. Además, sus pequeñas Abril y Jimena, que ya tienen 4 años, le demandan mucha atención. Pese a todo, trata de organizarse lo mejor posible para estar con ellas.
Por las tardes, Kiko echa mucho de menos la compañía de las niñas. Son muchas horas en Mediaset y cuando llega a casa lo hace bastante cansado, casi sin fuerzas para atenderlas.
Los primeros meses de vida de Abril y Jimena fueron todo "un calvario", como reconoció el colaborador. No hay que olvidar que trataron de engañarle con el proceso de adopción y con la gestación subrogada. Algo que le llevó a pensar en arrojar la toalla.
Las niñas nacieron prematuras, dos meses antes de lo previsto. Y Jimena sufrió una parada cardiorespiratoria. Fueron varias semanas de estancia en Estados Unidos, en donde vivió momentos muy duros.
Por suerte, todo salió fenomenal y pudo traérselas a casa sin ningún problema. Ellas son el motor de la vida de Kiko Hernández.
Tal y como admitió en su día, uno de los momentos más tristes del día es cuando tiene que despedirse de ellas. Para nada se arrepiente de la aventura de ser padre soltero.
"Es increíble y maravilloso, desde luego", confirma. Aunque eso le haya costado muchas noches sin dormir, sobre todo al principio.
Llegó a tener miedo a que se le cayeran, pero con el paso de los días fue ganando en seguridad.
También le supuso un serio contratiempo regresar a su trabajo y dejar a Jimena y Abril con desconocidos. "Necesitaba encontrar una persona de total confianza. Me costó mucho", confesaba en su día.
Aunque es todo un padrazo. Cuando tiene que hacerlo, no duda en cambiarles los pañales, y cuando le toca, es por partida doble. "Hoy hemos estado en el campo y he cambiado como dos o tres pañales a cada una", destacaba.
Por suerte encontró a dos profesionales que "me ayudan, quieren a mis hijas como si fueran suyas. Son dos cuidadoras que se turnan para cubrir las 24 horas del día conmigo".
Kiko Hernández, pendiente las 24 horas
Kiko Hernández sabía que la paternidad le iba a robar mucho tiempo. Por eso no dudó en dejar algunos proyectos que tenía en mente y centrarse solo en la televisión y en su familia. Solo acepta propuestas que le ayudan a compatibilizar su vida laboral con la personal.
Quiso recordar uno de los episodios más duros que vivió con una de las pequeñas. A una de ellas se le "rompió un brazo. Tardé 15 minutos en ir al hospital", comenta emocionado.
Pero con el paso de los años, las preocupaciones de Kiko respecto a Jimena y Abril van cambiando. Siente cierta intriga por lo que ocurrirá en el futuro. Sobre todo tras ver el protagonismo que adquieren en televisión los hijos de ciertos famosos, como Rocío Flores o Julia Janeiro.
A él no le gustaría que sus hijas fuesen tan mediáticas. Por eso insiste en la necesidad de darles las herramientas precisas para que sepan ir por la vida. Él mismo aseguraba que "los hijos no vienen con un manual de buen padre o mal padre".
Sus compañeros de Sálvame tienen intriga sobre cómo sería como padre dentro de un tiempo, cuando alcancen la adolescencia. "No sé lo que voy a hacer o cómo actuaré cuando tengan 15 años", desvelaba.
Prefiere agarrarse a una frase que le dijo Terelu Campos: "Paso a paso, día a día". De momento quiere centrarse en la actualidad, y ya habrá tiempo de pensar en otras fases de la vida.
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