Isabel Pantoja ha tenido una vida cargada de emociones y no siempre ha contado con gente de confianza para resolver sus problemas. Hubo un tiempo en el que mantuvo una relación especial con la persona más poderosa de la prensa: Encarna Sánchez.
Isabel Pantoja conoció a Encarna al tiempo de quedarse viuda y ya tenía a Kiko Rivera, su queridísimo pequeño del alma. Por aquel entonces la tonadillera era una estrella muy respetada dentro de la crónica social: guapa, joven y talentosa.
Encarna Sánchez quedó prendada de la artista nada más verla y no paró hasta convencerla de que lo mejor era fuesen amigas íntimas. Han pasado más de 25 años desde que falleció, pero el mito radiofónico sigue estando más vivo que nunca gracias a Juanele Zafra, su biógrafo.
Juanele Zafra ha escrito una novela basada en la vida de Sánchez y esta obra destripa muchos secretos que hasta ahora habían estado escondidos. El libro está siendo un auténtico éxito, así que en La Noticia Digital nos hemos puesto en contacto con el autor.
Directamente Encarna, así se llama el manuscrito, se ha convertido en la peor pesadilla de la viuda de Paquirri. Todo el mundo sabía que disfrutó de un trato estrecho con Encarna, pero nadie sabía ciertos detalles, como por ejemplo por qué se separaron.
Encarna Sánchez no quería que Isabel adoptara a Chabelita
Pantoja se dio cuenta gracias a Sánchez que el amor iba mucho más allá de lo carnal, no eran pareja, eran mucho más: íntimas amigas. Nadie puede demostrar que mantuvieran una relación pasional, pero entre ellas había un profundo amor de amistad.
Encarna sí estaba enamorada de la cantante y no paró hasta cautivarla usando su táctica estrella: presumir de su fortuna. Pantoja estaba muy contenta con ella, pero hubo algo que las separó para siempre: la presencia de Kiko Rivera.
Kiko no llegó a tener una relación fluida con la presentadora radiofónica, ella toleraba su presencia, pero jamás llegó a quererle. Todo esto lo cuenta Juanele Zafra en su libro Directamente Encarna, aunque no es el dato más relevante que hay en la novela.
Juanele afirma que la tonadillera renunció a esta amistad tan estrecha por el bien de su pequeño del alma, pues Sánchez le hacía gestos feos. Tampoco quería que su compañera de vida volviera a ser madre, por eso se esforzó para que no adoptara a Chabelita.
Isabel tenía claro que quería ampliar la familia, así que no tuvo más remedio que alejarse de la locutora y perder el contacto con ella. Esta no se tomó bien el rechazo y según Zafra la despreció hasta el último momento, todo lo cuenta en Directamente Encarna.
Encarna se gastaba 900 euros semanales para olvidar a Isabel
Kiko Rivera consiguió lo que nadie había logrado, ni siquiera la famosa doña Ana: separar a Isabel Pantoja de su gran amiga. Entre ellas únicamente había una íntima amistad, pero la familia de la tonadillera no estaba de acuerdo con esta relación.
Nadie puede negar que la presentadora estaba perdidamente enamorada de Isabel, a pesar de que ella no sintiera lo mismo. Cuando perdieron el contacto Sánchez intentó olvidarla usando su fortuna, pero no lo consiguió.
Juanele Zafra, en una entrevista con Jaleos, asegura que las dos últimas palabras de la periodista fueron: “Isabel, Isabel”. Durante sus últimos años tenía tanta ansiedad que acudía al supermercado y se gastaba 900 euros semanales en comida.
Estaba desesperada porque había perdido al amor de su vida y su dinero había dejado de seducir a la tonadillera. Entre ellas se interpuso una persona muy influyente que jamás fue consciente de su poder: Kiko Rivera.