El clan Pantoja vuelve a estar más distanciado que nunca. Tras el fallecimiento de la madre de Isabel Pantoja y la boda de su sobrina Anabel, los bandos en esta guerra pública se han mezclado. Las acusaciones de mentir entre unos y otros son el motivo de tanto lío.
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Los Pantoja, en pie de guerra de nuevo
Hace casi una semana que Omar Sánchez y Anabel Pantoja sellaron su amor ante su círculo más cercano. Todo iba a ir según lo previsto, pero la pérdida de la abuela de la novia dio un giro inesperado al que iba a ser el evento del año.
Kiko Rivera, su mujer y sus hijas no acudieron a la boda y tampoco lo hizo su madre. Isabel Pantoja no estaba para fiestas después de perder a uno de sus apoyos fundamentales.
Quien sí estuvo al lado de Anabel Pantoja en su día especial fue su prima Isa P. La joven está muy unida a ella y no quiso dejarla sola en esta fecha tan señalada.
Tras el fallecimiento de doña Ana y con la boda ya pasada, ha salido a relucir que el DJ y su prima vuelven a estar en pie de guerra. Al parecer, el marido de Irene Rosales ya no tiene claro quién ha contado la verdad en su familia desde que comenzara el pasado verano su distanciamiento con su madre.
Kiko Rivera ha decidido retirarle la palabra a Anabel porque la reciente mujer de Omar Sánchez habría puesto trabas en su reconciliación con Isabel Pantoja.
La posición de Irene Rosales
Después del estallido de esta enésima batalla entre primos, Irene Rosales ha reconocido que ella prefiere quedarse al margen. La mujer del DJ no sabe muy bien cómo actuar en esta nueva trifulca familiar.
Irene Rosales ha sido preguntada en numerosas ocasiones sobre lo que ha sucedido entre su marido y su prima. En su reencuentro con la tonadillera tras el deceso de su abuela, parece ser que el DJ se dio cuenta de que había alguien a quien no le interesaba que se reconciliaran.
Esta persona no sería otra que su prima, su amiga y también el ojo derecho de Isabel Pantoja. Por eso ha decidido dejar de tener contacto con ella e incluso eliminarla de sus redes sociales. Y es que el hermano de Isa P la considera una traidora.
Por el momento, no ha dado ningún paso más al frente, pero piensa ajustar cuentas llegado el momento.
Irene Rosales lo está pasando mal con toda esta situación familiar. Ella está muy unida a su círculo más cercano y no le gusta que su marido tenga que pasar por estos rifirrafes familiares. Además, todo ello la deja en una posición de lo más complicada, que podría poner en peligro su matrimonio.
Lo cierto es que la mujer de Paquirrín apoya a su marido incondicionalmente, pero continúa hablando con Anabel Pantoja. Esto es algo que a él seguro que no le hace ninguna gracia después de descubrir su supuesta traición. Ambas se llevan estupendamente y no quieren que las polémicas familiares supongan un problema en su relación de amistad, a pesar de que esto pueda suponer un problema para el matrimonio.
Irene Rosales no tiene pensado retirarle la palabra a Anabel ni seguir los pasos de su pareja. Y es que son ellos quienes deben acercar posturas ante una posible reconciliación, que todavía tardará en llegar, si es que finalmente lo hace.
Las tornas han cambiado y mucho en los últimos días. Quién iba a decir que el reencuentro entre Kiko y su madre iba a suponer un distanciamiento de Anabel Pantoja, uno de los grandes pilares de la vida del DJ.
Por el momento, habrá que esperar a ver cuál es el siguiente paso del marido de Irene Rosales, que no está dispuesto a olvidar y dejar pasar el tiempo.