Está a punto de cumplirse un mes desde que Antonio Resines ingresara en la UCI del hospital Gregorio Marañón de Madrid. La evolución del actor ha sido buena, aunque un tanto lenta.
Durante las tres primeras semanas sus familiares y amigos permanecieron en vilo, pero su estado ha experimentado una leve mejoría recientemente.
Muy pendientes de él han estado tanto su hijo Ricardo como su esposa Ana Pérez-Lorente. Muchos de sus compañeros siguen pendientes de su situación y se encargan de darle ánimos a través de las redes sociales. Su buen amigo Jesús Calleja reconocía hace poco que "ha pegado una mejora ya buena, está remontando".
Resines tiene la compañía día y noche de su mujer, su inseparable compañera desde hace tres décadas. Recibe el parte médico y atiende todas las llamadas que le llegan interesándose por él.
"Sigue estable. Hay que tener paciencia y que continúe estable es la buena noticia", señalaba hace unos días a los medios. Confesaba que no deseaban "dar más detalles".
En cualquier caso, no se encuentra sola, al menos en lo que se refiere a la preocupación, ya que también está pendiente Ricardo.
El chico es fruto de la relación que tuvo en su momento el cántabro con Marisol de Mateo. Es un completo desconocido para la mayoría, ya que no es habitual verle en las revistas. Es un ayudante de dirección que llegó a trabajar en alguna serie con su padre como Aquí paz y después gloria.
Pero, al parecer, también estaría implicado en un revolucionario proyecto junto a una amiga. Y es que ha fundado la marca RIK&ME, especializada en mochilas inteligentes y multifuncionales. Se trata de una iniciativa en la que ha puesto muchas esperanzas.
Dispone de una "colección de mochilas antirrobo con salida usb, mochilas solares y con pantalla led", recoge su página web. A ello se le une, además, una colección de camisetas diseñadas por Javier Mariscal y que están ambientadas en Madrid.
El hijo de Antonio Resines apostó muy fuerte por esta idea, según El Español. Lo definen como "un tipo fantástico, humilde y con unas ideas brillantes". Explican que Ricardo "no vale para hacer solo una cosa, y ser ayudante de dirección le sabe a poco".
Los dos socios de esta sociedad optaron "por emprender un viaje juntos en el mundo empresarial. Para ello sustituyeron su mochila emocional cargada de incertidumbre y apostar por unas inteligentes que nos hicieran la vida más fácil". Así lo detalla la web del negocio.
El precio de estos artículos suele oscilar entre los 90 y los 160 euros. Incluso la han expuesto en la prestigiosa feria Momad.
Antonio Resines solo habló una vez de su hijo
Ricardo tenía claro desde el primer momento que quería ganarse la vida sin depender del apellido de su padre. Y para eso le ayudó mucho Antonio Resines, que empleó siempre su segundo apellido para ser conocido artísticamente El primero es Fernández.
Aquello permitió al joven abrirse unas cuantas puertas en la industria cinematográfica sin cargar con el peso de ser hijo de un famoso. El actor ha hablado muy pocas veces de él, suele ser bastante hermético con su vida personal.
La última vez que lo hizo fue en febrero de 2020 en el programa de Bertín Osborne. "Yo me quedé con mi hijo desde los 8 años hasta que se fue de casa. No soy el mejor ni el peor padre, he estado mucho tiempo fuera", señalaba.
Eso sí, se consideraba "un padre normal". Reconocía que "nunca he contado que es hijo mío. Él es Fernández, que ese es mi verdadero primer apellido".
Antonio Resines se quedó con su hijo desde que se separó de su primera esposa en 1992.