Rocío Flores triste y cansada de todo, mirando a un lado y con el piercing puesto

El entorno de Rocío Flores manda un mensaje urgente: necesita ayuda

Rocío Flores ya no puede más

Rocío Flores está atravesando una situación muy complicada tras recrudecerse el enfrentamiento con Rociíto. Sus polémicas declaraciones en El programa de Ana Rosa han terminado por salpicarle de lleno al descubrirse la implicación de su representante en sus intervenciones.

Su credibilidad ha quedado gravemente afectada y cuestionada, más aún tras la respuesta que tuvo por parte de Carrasco en Montealto. Un cúmulo de situaciones que han terminado por pasarle factura llegando a preocupar a los suyos.

Rocío Flores no está bien

El último programa de Montealto otorgó a la hija de Rocío Jurado varios momentos estelares. Dejó en evidencia a su familia más mediática, se enfrentó a su tío José Antonio y contestó a Rocío Flores tras sus ataques a Fidel.

Rocío Flores llorando en el Programa de Ana Rosa
Rocío Flores no aguanta más y necesita ayuda | Telecinco

Rociíto no dejó títere con cabeza demostrando con documentación todas y cada una de sus afirmaciones. No había lugar a dudas de su testimonio y mucho menos tras la vergonzosa intervención del marido de su tía Gloria.

No le tembló el pulso ante las amenazadoras declaraciones de Rocío Flores con su famosa frase "si yo hablo, se cae España". Una frase que ahora se ha descubierto, vino dada por su representante en un intento de cebar sus intervenciones televisivas.

A la hija de Antonio David se le están yendo las cosas de las manos y prueba de ello es cómo se encuentra tras las polémicas. Ha sido Marisa Martín Blázquez la encargada de desvelar en el plató de Ana Rosa la delicada situación de su compañera.

"Lo está pasando fatal y la última intervención de Rociíto le ha dejado super tocada, está gestionándolo todo como puede", contaba la periodista.

Un estado anímico que ya adelantó Gloria Camila el pasado lunes 14 de febrero en el plató de Ya son las ocho. La hija de Ortega confesó que la "ve mal", y que es "una de las más afectadas y la que peor lo está pasando".

Rocío Carrasco le ha respondido a su hermana Gloria
Rocío Flores ha quedado muy tocada tras la última intervención de Rociíto | Telecinco

Sin embargo, no hay que olvidar que es la propia Rocío Flores la que no duda en entrar en la polémica aconsejada, muy mal, por su representante. Es ella la que se sumó a los ataques de Fidel consciente de que reaccionaría, además de amenazar con contar sus vivencias.

Rocío Flores necesita ayuda

Marisa Martín Blázquez ha seguido explicando cómo ve a su compañera de programa insistiendo en su vulnerabilidad para gestionar todos los frentes que tiene abiertos. "Rocío es una niña, que ahora misma está sumida en un dolor y una tristeza que no sé si ahora mismo sabe gestionar", opinaba.

La periodista tiene claro que el momento que atraviesa la joven es muy complicado y que es necesario que alguien intervenga. "Necesita ayuda de la gente que le quiere y también de profesionales", señalaba.

Rocío Flores llora en 'El programa de AR'
Rocío Flores necesita ayuda de profesionales | Mediaset

No es la primera vez que se deja caer que Rocío no está siendo bien aconsejada y que se pone el foco en su padre. Pocos entienden cómo el exguardia civil no interviene para protegerla y mucho menos que le aliente a seguir alimentando la polémica.

Sin embargo, con 25 años y toda la documentación a su alcance se niega a dar un paso atrás jugando a un juego muy peligroso. Cristina Tárrega apoya las palabras de su compañera haciendo alusión a lo difícil que ha sido la vida de la joven.

"Esta niña convive con el dolor desde hace muchos años, está acostumbrada desde hace mucho tiempo y no es bueno", opinaba.

Tras un fin de semana de lo más movido, Rocío Flores reaparecía ante los medios mientras andaba por la calle con semblante serio. Un fiel reflejo de lo mal que lo está pasando confirmando así la información de Marisa y mostrando su cansancio.

"Estoy harta de zanjar cada cosa que se dice, básicamente", confesaba, sin querer entrar en polémica.