El mundo del cine y la televisión se ha volcado en las últimas horas con María, la hija de Verónica Forqué. Había sido su confidente y su gran respaldo en los momentos más críticos.
Aunque en alguna ocasión había advertido de sus problemas mentales, nunca consiguió vencerlos del todo. La actriz había recibido todo tipo de ayuda, rodeándose siempre de sus allegados, muy pendientes de ella.
Verónica Forqué sufría una profunda depresión desde hacía tiempo. Todo empezó a raíz de la separación de su marido y de la muerte de su hermano en 2014. También tuvo que soportar como su hija se marchaba a vivir una temporada en Asia.
Nunca llegó a superar esta dolencia. Hablaba sin tapujos sobre ella, en un intento de concienciar a la gente sobre una realidad cada vez más extendida.
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La última vez que se le pudo ver en televisión fue hace apenas unas semanas. Fue una de las participantes de Masterchef Celebrity. Se quedó a las puertas de las semifinales.
La depresión le obligó a retirarse del concurso culinario. Su cabeza dijo basta en aquel momento, como ella mismo admitió. Durante su paso por el programa se le pudo ver en ocasiones un tanto alterada, con cambios de humor y con unas actitudes capaces de sacar de quicio a los compañeros.
En el citado talent tuvo la oportunidad de coincidir con María. Fue invitada a participar en una prueba en la que cocinaron juntas. La relación entre ellas siempre fue excelente, con mucha complicidad y cariño, como quedó demostrado siempre.
La grabación de este espacio tuvo lugar el pasado verano. Sin embargo, algunos expertos psicólogos detectaron que algo fallaba en el comportamiento de Verónica Forqué. No se correspondía con el de una persona con unas condiciones adecuadas para tomar parte en una competición de ese calibre.
La sorpresa la recibimos el pasado lunes cuando se informa del fallecimiento de la actriz. Algunos medios aseguraron que pudo quitarse la vida, pero no sería la primera vez que trató de suicidarse. Era habitual que ella confesase a sus más íntimos estos continuos descensos a los infiernos.
Llevaba una temporada con un estado anímico muy bajo. Trataban de animarla, de apoyarla en estos momentos tan críticos, pero no pudieron hacer nada.
Verónica Forqué estaba acompañada por su perrita
Supuso un varapalo para todos ellos, pero sobre todo para María. Había estado en casa de Verónica Forqué hasta las 11:00.
Las visitas al domicilio eran frecuentes, sobre todo para interesarse por su situación. Una vez que abandona el inmueble, deja a la intérprete con una amiga.
Sin embargo, al cabo de una hora y media recibe una llamada con la que no contaba. Dicha persona le comunica por teléfono que la actriz permanecía tendida en el suelo inconsciente. La joven regresó de nuevo a la casa familiar, pero se resistió subir al piso, consciente de que madre estaba ya muerta.
Les está costando mucho asimilar esta pérdida, sobre todo porque había una gran unión entre ellas.
A la salida de María del domicilio de la calle Víctor de la Serna se la pudo ver muy triste, rota de dolor. No quiso hacer declaraciones ante los medios, pero hubo un detalle que pasó desapercibido para muchos.
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Acompañada por un amigo, llevaba a la perrita de Verónica Forqué, de nombre Nena. Las dos eran unas grandes apasionadas de las mascotas, y en alguna ocasión habían compartido vídeos en las redes sociales.
Se desconoce cuáles son los planes de la artista con el animal, pero lo más probable es que le acoja en su hogar. Tratará de cuidarla como hacía su madre.