Un colaborador de Sálvame ve muy negro el futuro del programa. Así lo transmitió Antonio Canales tras comunicársele en directo que era despedido del espacio. Se fue, pero sin morderse la lengua y diciendo todo lo que pensaba sobre ellos.
En un vídeo se cuestionaba su rendimiento y eso no le hizo demasiada gracia. "Qué gracioso, '¿verdad?, así como si fuéramos colegiales".
La dirección de Sálvame le atizó con dureza. Antonio Canales había hablado de media por programa 4 minutos, "menos que Chelo García Cortes", apuntaron.
Por primera vez se anunciaba un despido en antena y no se sabía cómo se lo iba a tomar el colaborador. Ha dado muestras de su carácter y sorprendió a más de uno con su reacción tan inteligente. Carlota Corredera, que estaba al frente del programa, se quedó sin palabras.
"Tampoco estamos muy altos de audiencia. Porque yo hablo muchas veces diciendo muy poco", aseguraba el bailarín, visiblemente molesto con la postura de la productora.
Considera que "a mí solo me habéis invitado aquí a merendar, lo digo en sentido figurado. Tú comes en esta casa, yo solo meriendo un poquito". De esta manera quería dejar claro que él no vivía exclusivamente de esas colaboraciones.
Los ataques de Antonio Canales
Antonio Canales mantuvo en todo momento la calma y negó que estuviera enfadado con la postura del espacio. Sin embargo, quiso despedirse con un mensaje que no pasó desapercibido para los espectadores. Puso en entredicho la calidad del programa, que se ha visto relegado a una posición secundaria por la irrupción de una serie en Antena 3.
Quiso dejar bien claro que "no estoy nada enfadado, de verdad. Yo mañana bailo en Jerez y está lleno". Era una muestra más de que su vida en la televisión ocupa un papel irrelevante.
"A mí es muy difícil sacarme de las casillas, tengo muchos kilómetros de recorrido. Yo aquí he aprendido lo que no hay que hacer", explica un Canales muy sincero.
Cada vez más atrevido y sin pelos en la lengua se atrevió a responder a Carlota cuando le preguntó que debían realizar. "Lo que no hay que hacer es un programa aburrido como se está haciendo últimamente", le replicaba el colaborador.
En su opinión, lo lógico sería "reinventarse, hay que escuchar a la audiencia y no coger un tema y agotar a la audiencia. Los directores y los que realizan los guiones deben empezar a cambiar, a no mirarse el ombligo, porque la audiencia es la que manda".
Por primera vez, alguien de Sálvame se atrevía a cuestionar el contenido. Y con argumentos. "No seré yo el culpable, ¿no?, que llevo poco tiempo", admitía.
Antonio Canales apuesta por "renovarse o morir, inventarse otras cosas, porque en vez de Sálvame Tomate se va a ir a Sálvame a pique. Solo hay que mirar los shares, no estoy diciendo ninguna mentira", apuntó.
Incluso se atrevió a cuestionar a la presentadora por no realizar autocrítica. En tono irónico, Carlota Corredera le contestó que "el director ha tomado nota de todas tus sugerencias".
Canales aclaró que no se trataba de una crítica, sino de una opinión personal. "Igual os ha salido el tiro por la culata", afirmaba. Posiblemente cuando se propusieron el despido del colaborador esperaban otra reacción.
Sin embargo, él se tomó la noticia de otra manera y no dudó en contraatacar. "Es el peor verano de Sálvame. Agotáis a la audiencia explotando las mismas noticias hasta la saciedad", dijo.
Es posible que con esto se refiriera sobre todo al culebrón de Rocío Carrasco, que tantas horas protagonizó.
Todo apunta a que Antonio Canales podría seguir vinculado al mundo de la televisión. Y el nuevo destino profesional sería el programa de Ana Rosa Quintana.