Esther López era una mujer muy querida en su pueblo. Prueba de ello son las numerosas batidas que se realizaron para dar con ella, con cientos de personas colaborando en su búsqueda.
No obstante, alguien acabó con su vida y la Guardia Civil trabaja a destajo para dar con esa persona. Una de las claves se puede encontrar en el adiós a la joven de 35 años, donde se dieron cita un gran número de ciudadanos. Entre los cuales podría estar su asesino.
Esther López y la clave para dar con los culpables
Al más puro estilo de serie americana, los agentes estuvieron muy pendientes de todos y cada uno de los asistentes al funeral de Esther. El pasado nueve de febrero, Traspinedo acogió a cientos de personas en el último adiós a la joven, mostrando así su apoyo a la familia.
Sin tener todavía un claro sospechoso, planea sobre toda la localidad vallisoletana que el culpable de su muerte puede estar entre los vecinos. De ahí, que la Benemérita estuviera presente en la ceremonia para tratar de captar algo que les llamara la atención.
Totalmente uniformados y a ojos de todos los asistentes, los agentes analizaban los rostros y las miradas de los vecinos de Traspinedo. De fondo, la voz del sacerdote y los llantos de dolor se entremezclaban con una investigación que seguía su curso en pleno funeral. Se trata de una práctica policial orientativa, pero que en ocasiones ha ayudado a esclarecer algún que otro caso.
Ahora, casi una semana después, los guardias civiles siguen analizando minuciosamente la grabación del último adiós a Esther. Principalmente, porque asistieron personas desconocidas por los agentes e incluso para la familia de al joven.
Se pretende establecer qué tipo de relación guardaban con ella, pues no figuraron en la investigación de su entorno. Además, han evidenciado ciertos comportamientos extraños durante el acto religioso que los agentes tratan de comprender.
Las presencias y las ausencias que marcaron el último adiós a Esther López
Los especialistas en análisis de la conducta de la Guardia Civil están revisando, minuto a minuto, el funeral. El objetivo es dar con aquellos comportamientos, presencias o ausencias que se escapen de lo razonable en este tipo de circunstancias.
Por ejemplo, el comportamiento de Luis, uno de los sospechosos, entra dentro de la normalidad. Su actitud durante la desaparición, su coartada así como su reacción al hallazgo del cuerpo se consideran lógicos.
Al igual que Óscar, el último en ver a Esther con vida, quien no asistió al funeral. Una decisión que no le incrimina, sino que es totalmente razonable por la presión que siente. Además, tiene consejo legal de salir lo menos posible de su casa, algo que los agentes entienden y no ven sospechoso.
Una vez terminado el acto religioso, los investigadores pudieron identificar a aquellas personas cuya identidad desconocían. También a los que todavía no habían podido poner cara, así como alguna ausencia inesperada, tal y como apunta Okdiario. Fundamental para continuar con la investigación y hallar al culpable o culpables de la muerte violenta de la joven.
Las redes sociales también están siendo investigadas
La actividad de Esther en sus redes sociales se mantuvo hasta el día de su desaparición. De ahí, que los agentes también estén analizando todos y cada uno de los mensajes que se intercambió.
Tratan de dilucidar cómo era su relación en las redes, y ya han podido hacer un retrato de las costumbres y rutinas de la joven. Los investigadores centran su interés en saber lo que hicieron en las redes los que tuvieron relación con ella el día de su desaparición.
Toda información es válida y fundamental para esclarecer lo ocurrido y para dar con el asesino de Esther López.