Primer plano de Pablo Casado con rostro preocupado

Pablo Casado confirma que se va y el Partido Popular ya tiene su nuevo candidato

Pablo Casado ya no cuenta con el respaldo de sus compañeros, que le piden que tome una decisión de inmediato

La marcha de Pablo Casado del Partido Popular cada vez está más cercana. Ha sido el gran derrotado en la batalla interna que mantuvo con la presidenta de la Comunidad de Madrid. Con el paso de los días ha ido perdiendo apoyos y sus compañeros de partido ya le han ido buscando sustituto.

Se trataría del gallego Alberto Núñez Feijóo. Considera que ha llegado el momento del cambio y se encuentra en disposición de ponerse al frente de la formación. Lleva acumulando cuatro mayorías absolutas en Galicia en tres lustros. 

Hasta la fecha se había querido mantener a la sombra de Pablo Casado. Se mostraba reacio a abandonar su tierra para incorporarse a la política nacional. Sin embargo, son muchas las voces del partido que le piden dar el paso y liderar un proyecto serio y convincente.

No es la primera vez que su nombre suena con fuerza para encabezar el Partido Popular. En 2018, tras la caída de Mariano Rajoy, Núñez Feijóo contempló la posibilidad de postularse para ser presidente de la formación. Fue una opción que se le pasó por la cabeza, pero no hubo nada más.

"El tren pasó y cuando uno no lo coge, lo que no puede pretender es que el tren vuelva hacia atrás", aseguraba en 2020. Es una persona con mucho peso dentro de las filas populares. Y no solo por conseguir cuatro mayorías absolutas.

Tras su última victoria señalaba que "después de 12 años como presidente de la Xunta, soy más militante de Galicia que del PP". Fuera del partido también se le ve como un político muy responsable, capaz de ganarse la admiración incluso de sus rivales.

Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado (19/08/2019).
Pablo Casado fue el gran derrotado en la batalla contra Díaz Ayuso | GTRES

En noviembre del año pasado consiguió reunir en Santiago a ocho presidentes autonómicos. De los cuales, cinco eran socialistas, dos populares y uno regionalista. Algo al alcance de muy pocos.

Su objetivo en aquel momento era evitar que los independentistas marcaran la política autonómica del Gobierno de Pedro Sánchez.

Pablo Casado nunca lo vio como un rival. Pensaba que no se atrevería a dar el paso de recorrer los 600 kilómetros que separan su tierra de la capital. Pero en Galicia siempre estuvieron con la mosca detrás de la oreja.

Se cansaron de escuchar que "no va a poner a nada ni a nadie por delante de Galicia". De ser así no tenía demasiado sentido que lo repitiera en múltiples ocasiones. En cualquier caso, nunca fue una prioridad para él liderar el proyecto nacional del partido.

Foto de Alberto Núñez Feijóo junto a su mujer, la ejecutiva Eva Cárdenas
Alberto Núñez Feijóo se presenta como el principal candidato para reemplazar a Casado | GTRES

Sin embargo, ahora está más cerca que nunca de marcharse a Madrid. Además de sus triunfos ha conseguido que Vox no tenga representación en el Parlamento ni en ningún ayuntamiento de la comunidad. Algo que no debe pasarse por alto, y más en estos momentos en los que el grupo de Abascal se siente más fuerte que nunca.

El discurso de Pablo Casado convencía a Núñez Feijóo

Hace apenas cinco meses, el discurso dado por Pablo Casado en la Convención de Valencia del PP convenció al presidente gallego. "Veo al PP mucho más orientado ahora, soy más optimista", apuntaba.

Aseguraba que se había conseguido crear "un ambiente de mucha ilusión, esperanza, con un discurso muy potente" por parte del líder de la oposición. "Hemos lanzado el partido desde un marco de unidad para intentar dar una alternativa al Gobierno de Sánchez", destacó.

Un cartel pidiendo la dimisión de Pablo Casado en la puerta de la sede del Partido Popular
Pablo Casado podría dimitir en las próximas horas tras las numerosas presiones | Europa Press

Las palabras de Alberto Núñez Feijóo siempre son escuchadas con atención, tanto dentro como fuera de las filas populares. Pero su mensaje ha variado en muy poco tiempo. Del "discurso muy potente" se ha pasado al "aquí hay un conflicto muy intenso".

Solicitó de manera directa a Pablo Casado que actuara. Horas después de que estallara el enfrentamiento interno en el partido le pedía una reacción. Dejaba de lado la ambigüedad que atribuyen a los gallegos, para mostrarse el más claro de la formación.