Mientras la Guardia Civil está inmersa en las labores de búsqueda en el fondo marino de las niñas desaparecidas en Tenerife, son muchas las informaciones y detalles que están saliendo a la luz sobre el padre y principal sospechoso de su desaparición, Tomás Gimeno.
Algunos episodios de su pasado y las declaraciones de su entorno más próximo, entre los que encontramos familiares, amigos e incluso a su actual pareja, han servido a los responsables de la investigación para establecer un perfil psicológico que ayude a dar alguna pista sobre su paradero.
Las confesiones de sus allegados han servido a las autoridades para descartar la posible actuación de una tercera persona cercana que actuase como cómplice, pero también para poner sobre la mesa la «inmadurez personal» de un hombre que algunos han calificado de «arrogante y seductor», pese a insistir en que «no sería capaz de acabar con la vida de sus hijas».
Además, en las últimas horas, el portavoz de la familia de Anna y Olivia, Joaquín Amills, ha concedido una entrevista en 'Espejo Público' para sacar a la luz un episodio sobre Tomás Gimeno que pone de manifiesto algunos rasgos importantes de su personalidad.
Sale a la luz un episodio de Tomás Gimeno que 'demuestra lo meticuloso que es'
Durante su intervención en el programa de Susanna Griso, el portavoz de la familia ha relatado un episodio protagonizado en el año 2008 por el padre de las niñas desaparecidas. Un suceso que ayuda a dibujar una imagen suya que no resulta nada favorecedora, pero que puede ser clave para la investigación.
Según ha revelado Joaquín Amills, por aquel entonces, Tomás Gimeno quemó su vehículo, un Fiat stilo amarillo, para cobrar la indemnización que le correspondía por incendio accidental. Una clara estafa a la compañía aseguradora de la cual, supuestamente, se jactaba públicamente entre su entorno más próximo.
Aunque pueda parecer un hecho aislado que no tiene ninguna relación con las niñas, lo cierto es que se trata de un suceso y una actitud que sirven para entender un poco mejor cómo funciona la cabeza del principal sospechoso de la desaparición de sus hijas.
«Demuestra lo meticuloso que llega a ser Tomás cuando tiene un reto y el tema del coche, más allá de cobrar del seguro, era un reto de salirse con la suya y un engaño», ha explicado el portavoz al periodista Nacho Abad.
Las labores de búsqueda para encontrar a Anna y Olivia continúan en el fondo marino
Las niñas de 1 y 6 años de edad desaparecieron el pasado 27 de abril, cuando su padre decidió no devolverlas a su madre, desatando todas las alarmas tras ser visto por última vez, él solo, subiendo a bordo de una embarcación que fue hallada a la deriva y sin ocupantes en mitad del mar.
Desde entonces, las autoridades y los equipos de rescate trabajan a contrarreloj por cielo, mar y tierra para encontrar cualquier pista que sirva para resolver el caso.
Sin descartar ninguna hipótesis, la Guardia Civil ha rastreado el móvil y los movimientos bancarios de Tomás Gimeno antes de desaparecer.
También han interrogado a las personas de su entorno más próximas e inspeccionado todas sus propiedades, aunque en los últimos días las labores de búsqueda se han centrado en el fondo marino, que se está rastreando con un submarino y un sonar tras cobrar fuerza la posibilidad de un posible parricidio.
Sin embargo, se trata de una hipótesis que la madre de las niñas no respalda, ya que sigue teniendo la esperanza de que su exmarido haya huido con las niñas, mostrándose convencida de que sus pequeñas siguen con vida.