El Gobierno de Pedro Sánchez tiene la intención de bajar la cuota a dos terceras partes de los autónomos. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, anunció ayer en el Consejo de Ministros que su departamento trabaja en un nuevo sistema de cotización que rebajará la factura de muchos autónomos.
El Gobierno parte de la realidad de que muchos autónomos, hasta dos terceras partes, cotizan por encima de sus ingresos reales. Para corregirlo, los nuevos trabajadores autónomos podrán elegir su base de cotización en función de la previsión de las ganancias.
La idea es que el sistema sea flexible para que se pueda modificar la modalidad a lo largo del año y se pueda regularizar un año después, con la posibilidad de que la Seguridad Social te devuelva lo que has cotizado de más. Está previsto que sea un sistema progresivo en el que una parte de los autónomos, la mayoría, verán reducidas sus cotizaciones.
La idea lleva meses encima de la mesa y una de las dudas que planteaba es que una menor cotización podría afectar a las pensiones de jubilación de esos autónomos. Los técnicos fiscales recuerdan que las pensiones son el resultado de la trayectoria vital de cotizaciones a la Seguridad Social, y que existen estrategias como cotizar por la base mínima hasta después de los 40 años que son los que se tienen en cuenta en el cálculo global.
En 2020 la pensión media de un trabajador del Régimen General se situaba en los 1.309 euros frente a los 777 de quienes cotizan en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Una diferencia de 532 euros que supone que los trabajadores por cuenta propia cobran pensiones un 40% más bajas que los asalariados.
Más afiliación a la Seguridad Social
Los expertos explican que la mala situación económica lleva a muchos autónomos a no pensar a largo plazo y por eso no aumentan sus cotizaciones. Muchos piensan que el sistema de pensiones no resistirá hasta su jubilación y que no tiene sentido subir de la base mínima de cotización. Sencillamente, dan prioridad al ahorro para el momento presente.
En este apartado, los expertos coinciden en que adaptar la cuota de los autónomos a los ingresos puede servir para que personas que trabajan de forma ilegal se den de alta en la Seguridad Social, lo cual puede contribuir a la lucha contra la economía sumergida.
Las reformas más avanzadas
La reforma ya está muy avanzada y el Gobierno podría aprobarlo en los próximos meses. El departamento que dirige José Luis Escrivá está en pleno proceso de reformas que le ha llevado a aprobar, esta semana, la revalorización de las pensiones al IPC teniendo en cuenta los años en negativo. Entre las más avanzadas se encuentran también los incentivos para ajustar la edad efectiva de jubilación a la edad legal, y el complemento de maternidad.
En cambio, algunos de los cambios previstos se han enquistado y necesitarán aún un largo proceso de diálogo con los agentes sociales. Es el caso de la ampliación de los años de cálculo de las pensiones, desde los 25 a los 35. Esta es una de las medidas que más polémica ha causado y que el propio ministro había negado que existiera.
En su comparecencia en el Congreso, Escrivá reiteró que la reforma «no va por ahí» sino por el análisis de las carreras laboral actuales, que ya no son continuas como antes. Su ministerio trabaja en una medida que permita a los trabajadores escoger sus mejores ejercicios para evitar que la ampliación de la base de cálculo conlleve un recorte de las pensiones.
Esto va a llevar meses, aseguró ayer el ministro. «La cuestión no está resuelta ni viendo cómo lo han hecho en otros países», explicó, y subrayó que «todo análisis debe contemplar dos elementos, la posibilidad de elección de los años y la cobertura de lagunas de cotización». Una de las medidas que se podría incluir es la ampliación de la base máxima de cotización, al entenderse que las personas con rentas más altas viven más años.