Los representantes de las principales asociaciones de autónomos: Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) y Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae), han tenido la oportunidad de reunirse con el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para tratar el cambio de cotización.
Esta reunión ha finalizado con la negativa de la principal asociación del colectivo, ATA, a que se cambie el modelo. «Ahora no toca. Con la situación que tenemos, con la que está cayendo, no es el momento», ha expuesto Lorenzo Amor, su presidente, que incide en que este cambio de sistema no es justo porque solo afecta a 1,5 millones de autónomos, menos de la mitad.
«Solo cotizarían los de estimación directa y el resto seguiría al margen, lo que sería un agravio comparativo». Las otras dos asociaciones, UPTA y Uatae, sí que han dado su apoyo a Escrivá, pero el titular del Ministerio quiere consensuar un acuerdo apoyado por todos, por lo que según fuentes de la negociación, volverá a hacer una nueva propuesta.
En la propuesta inicial los trabajadores por cuenta propia cotizarán por ingresos reales en función de las previsiones de rendimientos que tendrán en el futuro.
Los que estaban en el sistema anterior (RETA) mantendrán la base de cotización antigua hasta que se produzca el cambio de base, que se podrá elegir de manera trimestral para ir adaptándola a sus rendimientos netos, según recoge Europa Press.
También se establece que los que tengan una previsión de rendimientos inferiores al salario mínimo interprofesional podrán optar por elegir varios tramos, aunque estos todavía no se han definido en la propuesta.
Según las mismas fuentes, estos tramos podrían pasar por establecer uno para que los tengan rendimientos por debajo del SMI, inferior al mínimo actual, otro entre esa cifra y los 25.000 euros anuales y desde ahí ir añadiendo escalones por cada 10.000 euros.
Los autónomos podrán ajustar su cotización a sus rendimientos
En general, los trabajadores podrán cambiar de base de cotización trimestralmente para ajustarla a sus rendimientos. El documento también señala que en el mes de octubre de cada año, Hacienda enviará a la Tesorería General de la Seguridad Social el rendimiento neto calculado en el IRPF de los autónomos, la Tesorería pasará a comparar las bases de cotización provisionales y el rendimiento neto y procederá bien a devolver lo pagado de más o a reclamar lo que falte si se ha pagado de menos.
Según ha defendido Escrivá durante la reunión, el Ministerio sigue las recomendaciones del Pacto de Toledo, que en su punto cuarto aconseja «la transformación gradual del sistema de cotización para reforzar la homogeneización de la acción protectora de la Seguridad Social, así como la contribución del trabajador autónomo».
Eduardo Abad, el presidente de UPTA, a diferencia de Lorenzo Amor, ve con buenos ojos la propuesta de Escrivá. «Se acerca mucho a la que hemos planteado nosotros, un sistema con tramos con bases de cotización mínimas en cada uno de ellos», ha explicado
Asimismo, después de la reunión, Abad ha expuesto que «el 70% de los autónomos verá reducida su cotización y el 30% tendrá que hacer un mayor esfuerzo contributivo. Son unos 700.000 los que cotizan por encima de 25.000 euros al año y son los que deberán pagar más. Este es un sistema más justo en el que pagarán más quien tenga mayor capacidad económica».
Esta ha sido la primera toma de contacto entre las distintas partes. El Gobierno pretende que el nuevo sistema esté en pleno funcionamiento a partir de 2022. Así que ante la negativa del presidente de ATA, el ministro José Luis Escrivá volverá a redactar la propuesta. Su finalidad es aprobarla con todas las asociaciones de autónomos de su lado.