Los pensionistas aguardan con impaciencia la paguilla, el dinero extra que reciben entre diciembre y enero. Se trata de una cantidad que viene a compensar la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados durante el año.
El Gobierno estima que la cifra destinada a ello rondará los 1900 millones de euros, según las previsiones del Ministerio de Seguridad Social. José Luis Escrivá considera que este ejercicio la inflamación media llegará al 2,25%. Este dato resulta de gran valor para los pensionistas, ya que sirve para hacer el cálculo de esta paga extra.
Se tiene en cuenta el incremento del IPC respecto a la previsión que tenía en mente el Ministerio. Para 2021 las prestaciones se elevaron un 0,9%, pero el índice de precios al consumo llegó al 4%.
El Ejecutivo tiene previsto pagar a cada pensionista un 1,4% de la pensión anual. En el caso de una persona que reciba 1300 euros al mes, su paguilla será de 240 euros.
La intención es que esta sea la última vez que se realice el pago de esta paga. Con la reforma de las pensiones se quieren actualizar estas revalorizaciones según el IPC de los 12 meses previos a noviembre.
Esta paguilla, que llegará a las cuentas corrientes de los jubilados en menos de tres meses, será muy bien recibida. Sobre todo entre aquellos que tienen una prestación baja.
No hay que olvidar que en España hay nueve millones de jubilados, de los cuales algo más de dos tienen que recibir un dinero extra. Es con el objetivo de que lleguen al límite legal y no se encuentren en riesgo de pobreza.
Esa pensión mínima está garantizada para todas las prestaciones contributivas, al margen de la vida laboral de la persona. Lo que realmente importa es que hayan rebasado los 15 años de cotización.
El dinero que reciben en estos casos estará condicionado por la edad del jubilado o por el núcleo familiar. La prestación más baja para los mayores de 65 años queda fijada en 654,60 euros mensuales, con 14 pagas. Esta cifra ascendería hasta los 689,70 en el supuesto de que tenga cónyuge.
Como sucede con el resto de pensiones, estas cifras se revisan cada año para que se revaloricen y se ajusten a la inflación.
Aquellas personas con una pensión baja y que no alcancen la cantidad mínima tienen la posibilidad de reclamar este complemento extraordinario. Para ello tendrán que cumplir unos requisitos, como residir en España o no contar con otros ingresos adicionales al margen de la prestación de jubilación.
Para que no haya lugar a estafas, desde la Seguridad Social lo revisan cada año. Así, únicamente conservarán la ayuda los que cumplan las exigencias fijadas.
Pensiones revisadas a partir de enero
Los jubilados españoles también están muy pendientes de la subida que sufrirán sus prestaciones mensualmente a partir de enero. La media del IPC de los diez primeros meses de 2021 oscila en torno al 2%. La previsión es que a final de año ronde entre el 2,3 y el 2,4%.
En el caso de que la inflación finalmente llegue a estas cifras, los 9 millones de jubilados iniciarán 2022 con un incremento de 23,8 euros. Esto implicaría que la pensión media llegaría hasta los 1060 euros.
El aumento será mayor para las pensiones más bajas y para las no contributivas. El Gobierno ya ha adelantado que no se revalorizarán con el IPC. En su caso, el incremento será del 3%.
Con estas medidas, las personas retiradas ven cumplida una de sus grandes reivindicaciones. Las subidas estarán fijadas en función de la inflación para no perder poder adquisitivo.
Este año las contributivas se mejoraron un 0,9%, mientras que las no contributivas un 1,8%.