El volcán de Cumbre Vieja sigue imparable su camino de destrucción arrasando por donde sus largas coladas pasan por los barrios de La Palma. Son miles las personas que han tenido que dejar sus hogares y gran parte de su vida que yace ya bajo la lava.
Imágenes desoladoras de destrucción y aislamiento de algunas construcciones que han pasado a formar parte de la falda del volcán. En medio del caos, muchos huyeron dejando incluso a sus animales de compañía.
Ganado y animales de granja pudieron ser rescatados y ahora esperan en un refugio cuidados y alimentados por varios voluntarios. Sin embargo, otros no corrieron la misma suerte. Como es el caso de cuatro perros que se quedaron aislados por las coladas.
El dispositivo de rescate permanecía atento al día a día de estos cuatro galgos alimentándolos y velando por su bienestar. Una empresa de drones tenía preparado su rescate cuando la misteriosa desaparición de los animales ha paralizado el proceso.
La misteriosa desaparición de los perros de La Palma
Han sido varias las semanas que los galgos han estado bajo la atenta vigilancia del equipo de rescate. La empresa encargada ideó un mecanismo para poder acercarse a ellos y salvarlos de una muerte segura.
Sin alimento y sin poder salir del recinto donde estaban aislados, acudían con ansias al agua y a la comida que les hacían llegar. Sin embargo, la sorpresa ha sido mayúscula cuando, en el momento del rescate, el dron no los ha encontrado.
Una desaparición misteriosa que lleva de cabeza a los rescatadores y defensores de los animales que no entienden dónde pueden estar. La cámara térmica ha hallado los cuencos con agua, por lo que de estar en el recinto, no estarían deshidratados.
El calor que se registra en la zona de aislamiento es cada vez mayor, de ahí la preocupación por el bienestar de los canes. Durante días han sido proveídos de agua y comida mientras se ideaba su rescate.
Ayer, miércoles 20 de octubre era el día clave para iniciar el salvamento. Tras las pruebas iniciales, todo estaba preparado para sacar a los perros de ahí. Pero ni el dron ni la cámara térmica ha encontrado rastro de los animales, simplemente han desaparecido.
Podrían haber huido por el calor
Casi 30 grados son los que se registraron el mediodía del pasado miércoles, unas altas temperaturas que dificultan la labor de dar con los perros. Los expertos explican que si se hubieran refugiado bajo alguna sombra, la cámara térmica no los podría identificar de otro elemento. El calor reinante es tan elevado que la huella térmica de los canes no se diferencia.
"Pueden estar escondidos entre matorrales y en otros muchos sitios, esto hace que con el calor sean más difíciles de localizar", señalan.
Se cree que los perros podrían haber huido por las altas temperaturas, pero ni la empresa destinada al rescate ni los animalistas se rinden. Los drones continúan sobrevolando la zona reproduciendo sonidos que podrían atraerles, pero de momento ni rastro de ellos.
Lo que más les llama la atención es que no acudan al escuchar el sonido del dron. Estaban acostumbrados a él, puesto que así les hacían llegar la comida.
"Estamos muy bien asesorados por un equipo de veterinarios, sabemos que son perros muy duros", explica el portavoz de la empresa de drones Arocámaras. "Pueden aguantar situaciones realmente complicadas, en cuanto veamos a tan solo un perro, pediremos autorización para sacarlo", añade.
La implicación para salvar a los galgos es tan grande que están dispuestos a trabajar de noche, cuando la temperatura descienda algunos grados. Han pedido autorización para ello y esperan que los esfuerzos den sus frutos.
"Vamos a seguir con los altavoces, aquí vamos a estar hasta que los encontremos", explica el portavoz Jaime Pereira.