La crisis sanitaria originada por COVID-19 está lejos de terminar. Cuando se pensaba que los contagios iban en descenso y las infecciones respiratorias agudas eran más bajas llegó una nueva variante para desmoronarlo todo. Ómicron ha llegado para quedarse y es una cepa bastante infecciosa.
Un estudio inglés analiza la nueva cepa de COVID-19
Hace tan solo unas semanas que Ómicron hizo su aparición, sin embargo, ya son muchos los contagiados por esta variante de COVID-19. La irrupción de esta nueva cepa ha modificado el cuadro clínico de la enfermedad y ya se ha hecho un seguimiento de sus síntomas más frecuentes.
Tim Spector, académico del King’s College de Londres, dirige el Estudio de Síntomas Zoe Covid. Esta plataforma web recoge los reportes de millones de personas que han padecido COVID-19. Y se configura así una lista de síntomas comunes de la enfermedad.
En junio, casi 5 millones de británicos habían compartido sus malestares. Estos han ido mutando al igual que lo han hecho las propias variantes de COVID-19.
Fue en febrero de 2020 cuando los médicos señalaban que la fiebre, tos, cansancio, disnea y dolor muscular eran los principales síntomas de coronavirus. A ellos había que sumar, en los casos más graves, neumonía en ambos pulmones.
Más tarde se añadió otra sintomatología: diarreas, pérdida del olfato y del gusto, entre otras.
Con la llegada de la variante Delta, la congestión nasal y el dolor de garganta se unieron a la extensa lista de malestares al contagiarse por COVID-19.
Sintomatología de Ómicron
Ahora, con la irrupción de Ómicron, el estudio Zoe Covid ha destacado los primeros síntomas característicos de esta nueva variante de la enfermedad.
Este estudio británico ha usado datos cargados en una aplicación por residentes en Londres. Allí esta nueva cepa se está extendiendo rápidamente y se espera que en estos días navideños sea la variante dominante, según el epidemiólogo Tim Spector.
Los investigadores han observado que, entre el 3 y el 10 de diciembre, cuando Ómicron ya se estaba propagando rápido, hay cinco síntomas comunes entre quienes se contagian con esta variante.
La secreción nasal, el dolor de cabeza, la fatiga, los estornudos y el dolor de garganta son los síntomas que indicarían que se está contagiado por esta nueva cepa de COVID-19. Desafortunadamente esta sintomatología no es propia solo de esta enfermedad y puede conllevar a equivocación.
“Como muestran nuestros últimos datos, los síntomas de Ómicron son predominantemente síntomas de resfriado, secreción nasal, dolor de cabeza, dolor de garganta y estornudos. La gente debe quedarse en casa, ya que podría ser Covid”, ha señalado recientemente Spector.
“También estamos viendo de dos a tres veces más infecciones leves en personas con refuerzos en áreas de Ómicron que en áreas de variante Delta. Siguen siendo muy protectoras y un arma vital”, ha añadido este reconocido epidemiólogo.
Según los investigadores, los primeros datos sugieren que Ómicron llega con síntomas distintos de las variantes anteriores, que causaron síntomas iniciales más parecidos a los de la gripe.
Por su parte, los médicos destacan que todavía es demasiado pronto para asumir que esta nueva variante de COVID-19 es altamente transmisible y muy mutada. Ellos consideran que, al igual que el resto, terminará siendo una cepa leve.
“En los casos de Año Nuevo podrían alcanzar un pico más alto que cualquier cosa que hayamos visto antes”, ha dicho Spector sobre la propagación de esta variante en Reino Unido.
Está claro que hay que cuidarse mucho y más en estos días festivos que se caracterizan por las reuniones familiares y de amistades. Mantener todas las precauciones oportunas es fundamental para evitar contagios en esta época del año.