Los familiares de Carlos Marín, el componente de Il Divo fallecido a los 53 años, tratan de reponerse de su fallecimiento. Una de las más afectadas es Geraldine Larrosa, su exesposa.
Ella publicó una carta en su día explicando el dolor que sentía por su pérdida, pero este lunes ha reaparecido en Espejo Público. Aseguraba que "no hay palabras" para explicar lo que siente, "se ha ido parte de mi alma".
Se puede decir que la muerte de Carlos Marín les cogió a todos por sorpresa. "No lo esperábamos porque pensábamos que iba a salir de esta. Él decía que iba a volver a casa por Navidad", recuerda.
En cualquier caso, cree que esto supone "una tragedia para nosotros". En su momento habían sido pareja, pero nunca se perdió el contacto ni el cariño entre ellos.
Geraldine fue la última persona que pudo hablar con el cantante antes de que le sedaran para intubarle. Se trató de una "videollamada que no iba a ser de despedida, él intuía que no estaba bien".
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Pero fue la última vez que pudieron verse. "Se despidió de mí diciéndome que me amaba, que era la mujer de su vida". También le solicitó que "cuidara de su familia y que me quería un montón", afirmó muy emocionada.
La relación entre ellos se había roto hace unos cuantos años, pero hubo un acercamiento recientemente. Su exmujer explica que "estuvimos en los años de pandemia juntos. Ha vivido conmigo y con mi hija formando una familia y ha sido muy feliz".
En más de una ocasión le había dicho a Carlos Marín que "éramos unos privilegiados porque habíamos sobrevivido a la pandemia". Esta reconciliación les llevó incluso a pensar en planes de futuro.
No descartaban volver a pasar por el altar. Sin embargo, el coronavirus se lo ha impedido.
"Él me decía que quería casarse conmigo. El amor que hemos tenido nadie lo ha destruido", destacó. Estuvieron más de 16 años unidos, y nadie contaba con que falleciera tan pronto.
Hubo muchas incógnitas sobre los últimos días del cantante de Il Divo. Su amiga y confidente aclaró que "solo tenía una vacuna, la de Janssen. Lo querían hacer poco a poco porque él ya lo había pasado".
Explica que "él estaba bien, estaba perfecto. Antes de salir se había hecho análisis de sangre y estaba correcto. Ha sido muy grande".
Finalizaba su intervención agradeciendo la labor de los profesionales sanitarios, que "han hecho todo lo posible. Le han cuidado mucho".
Carlos Marín, al cielo con su mejor traje
Los amigos y allegados de Carlos Marín tendrán la oportunidad de despedirlo este lunes desde las 16:00 en el tanatorio.
Su hermana confesaba hace unos días que había muerto tras contraer el virus, enfermedad que se le complicó con graves problemas respiratorios. Los facultativos probaron con él un tratamiento muy agresivo que no dio los resultados esperados.
En una reciente entrevista en ABC dijo que se infectó de la variante Delta. A finales de 2019 también se contagió en Los Ángeles de un virus que le provocó una neumonía.
Pese a las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias, la familia de Carlos Marín ha tratado de organizarle una despedida a la altura. "Llegará a España en un féretro sellado, por lo que no se podrá abrir para el velatorio".
En cualquier caso, han querido dejar claro que "estará vestido con su traje favorito de Armani, que usaba para las actuaciones. De esta manera, podrá "ir al cielo presentable para cantar ahora con los ángeles", señaló su familia.